Un muchacho sordo de Maine adoptó un perro también sordo al que le enseñó el lenguaje de señas

Un muchacho sordo de Maine adoptó un perro también sordo al que le enseñó el lenguaje de señas

Nick y Emerson, una pareja indisoluble (Instagram)

 

Fue en marzo de 2019 cuando Nick Abbott, que vive en Maine (EE.UU.) se enteró de la existencia de Emerson, un perro sordo que había sido rescatado de las calles de Florida por la ONG Centro de Rescate del Norte de Florida (NFR). El cachorro de tez negra llamó al instante la atención de Abbott, quién, al igual que el animal, también es sordo.

Por Clarín 

La vida de ese cachorro iba a pasar de la tristeza permanente a la felicidad completa. El cachorrito, al ser rescatado de la calle, contrajo parvovirus canino, una enfermedad contagiosa que afecta principalmente a los perros y que se manifiesta en problemas intestinales o cardíacos.

Nick y Emerson son inseparables y se entienden a la perfección. (Instagram)

 

Se recuperó gracias a los cuidados del personal de la ONG, pero en la organización estaban preocupados: el hecho de que el perro fuese sordo implicaba pocas posibilidades de ser adoptado. Emerson llegó a la ONG junto a sus hermanos y vio cómo todos los demás cachorros eran adoptados y él no.

Nick encontró el aviso de la ONG en Facebook, y recuerda: “Yo dije: ‘Oh, él también es sordo. Tal vez pueda ir a verlo para ver de qué se trata”.

Viajó 3.200 kilómetros para adoptar al perro

Dos días después el joven y su madre viajaron 3.200 kilómetros entre ida y vuelta. Cuando Nick y su mamá entraron a la casa para conocer a Emerson, de 3 meses de edad, este fue directamente hacia Nick y se sentó a sus pies. “Eso es todo lo que se necesita. Me convencí de que esto era el destino, y que nosotros dos nos pertenecíamos el uno al otro”, dijo Nick. “Así que puedes decir que me eligió a mí. Y supe en ese momento que nos llevaríamos bien y nos entenderíamos”.

Cuando en la ONG conocieron a Nick y vieron lo sucedido con Emerson, no dudaron en entregárselo. Y los meses demostraron que no estaban equivocados con la entrega.

Ambos hicieron de sus discapacidades una virtud. Nick comenzó a enseñar a su mascota la lengua de señas para poder entenderse. Le enseñó palabras como “Sentáte”, “acostate” y “vení”.

La mamá del muchacho está feliz de la pareja: “Si Nick levanta el brazo y mueve el lóbulo de su oreja, Emerson ladra. Es muy bonito, increíble. Siempre que están juntos, Emerson siempre trata de encontrar la forma de apoyarse en Nick”.

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