Mafias de pescadores “hacen su agosto” con peces ornamentales del río Cinaruco en Apure

Río Cinaruco en el estado Apure

 

 

 





Durante los últimos tres años, un grupo de jóvenes pescadores apureños, llamados comúnmente como Los Piedreros y Careteros, “hacen su agosto” al dedicarse a la extracción indiscriminada y a la venta ilegal de peces ornamentales (usados para peceras y acuarios de otras partes de mundo), cuyo hábitat es el río Cinaruco, situado en el Parque Nacional Santos Luzardo.

María Eugenia Díaz // Corresponsalía lapatilla.com

Los pescadores desarrollan esta práctica ilícita sin contar con ningún tipo de permiso vigente ni control por parte de las autoridades en esta materia, ni tampoco del Instituto Nacional de Parques y de Pesca (Insopesca).

La denuncia fue dada conocer por la bióloga Vilisa Morón Zambrano, presidenta de la Asociación Nacional de Ecología, quien precisó que desde el 30 de marzo hasta el 3 de abril de 2022, luego de un recorrido de unos 120 kilómetros por el río Cinaruco y un muestreo realizado con el equipo del Proyecto Sotalia (dedicado a la estimación poblacional de las toninas del Orinoco), pudo conocer de primera mano los testimonios de los dueños de los campamentos y pobladores de la frontera.

El Parque Nacional Santos Luzardo fue creado con la finalidad de proteger los diversos y frágiles ecosistemas asociados no solo a la región de los llanos, sino también a la región amazónica. Bajo la figura de parque nacional también se buscó proteger a los animales y plantas silvestres que habitan en esa impactante belleza natural. Estas bondades abren posibilidades a la educación, la investigación científica, la recreación y el turismo.

Su declaratoria como parque nacional tuvo lugar el 24 de febrero de 1988, de acuerdo al Decreto Nº 2018 publicado en la Gaceta Oficial Nº 33.958 del 4 de mayo de 1988. El Parque Nacional Santos Luzardo ocupa una extensión de 584.368 hectáreas ubicadas entre los ríos Capanaparo y Cinaruco en jurisdicción de los Municipios Pedro Camejo y Achaguas del Estado Apure, y la confluencia de ambos ríos con el Orinoco.

Daños a otras especies

Foto Cortesía Profesor Valera

 

 

 

 

 

Los pobladores consultados por los miembros del Proyecto Sotalia manifestaron que los peces ornamentales que habitan en el río Cinaruco son vendidos en varias regiones de Colombia, violando las leyes venezolanas.

Los expertos manifiestan que esta práctica se ha incrementado en Venezuela, porque en Colombia las leyes ambientales y pesqueras han sido actualizadas. “Las leyes son muchos más fuertes que en Venezuela, en cuanto tiene que ver a la solicitud de permisos para la extracción y comercialización de peces ornamentales”, declaró Morón Zambrano.

“Estos pescadores van a las zonas rocosas del río Cinaruco, con mazos para ir rompiendo estas paredes de roca, situadas a las orillas de los ríos para sacar de forma más fácil a los peces ornamentales, lo cual genera un daño local, porque rompen refugios para diferentes especies. Utilizan cestas o una suerte de bidones plásticos con agua, colgados detrás de las lanchas, donde colocan los peces y los mantienen vivos a medida que se van trasladando, mientras se lleva a cabo la navegación a lo largo del río. Son sacados por Puerto Páez”, dijo.

En Venezuela no hay estimaciones del valor del capital natural. Sin embargo, los vecinos de la zona ribereñera dieron cuenta del precio de los peces ornamentales, los cuales sirven de alimento para los peces carnívoros de mayor tamaño, con valor comercial, nutricional y de consumo para los campamentos de la zona, y también de quienes son visitantes de la región. “La cadena alimenticia del río se ve interferida. Los precios de los peces varían entre 40 a 60 centavos de pesos colombianos”.

Morón alertó que lo más preocupante de la pesca indiscriminada de estas especies es el daño originado a las áreas rocosas, pues allí donde los pescadores logran capturar a peces ornamentales.

“Dejan a otros peces sin refugio. Esta práctica termina interfiriendo en la dinámica de muchos peces. Se reporta pérdida y deterioro del hábitat de animales, incluyendo al caimán, que usa este espacio rocoso como refugio. No observamos disminución en la población de ninguna especie, pero es posible que eso ocurra a mediano y largo plazo de continuar la destrucción de hábitat y la extracción de los peces”, manifestó.

Un pescador en el río Cinaruco, quien pidió reservar su nombre por temor a represalias, aseguró para La Patilla que el cetáceo más cotizado en esta zona fronteriza y en Colombia es un pescado llamado comúnmente como La Cucha, una especie muy pequeña parecida a un Bragrecito Sierra, el cual es tomado, por lo general, de las piedras existentes en el río Cinaruco por Los Careteros. La mayoría de estos son provenientes de Boca de Cinaruco o del río Orinoco, y se desplazan en canoas y en motores fuera de borda.

“Desde la mañana hasta la tarde, mientras salga el sol, los llamados Careteros llegan a cualquiera de estos lugares, y se zambullen en el agua profunda para atrapar este pececito”, dijo la fuente anónima.

Violación del marco legal

Río Cinaruco en el estado Apure

 

 

 

 

 

La bióloga Vilisa Morón denunció que para la extracción de peces de un parque nacional, el Instituto Nacional de Parques (Inparques) debe autorizarla, luego de hacer una estimación de especies en la zona, porque es el ente encargado de evaluar si los peces ornamentales no tiene ningún tipo de amenaza y determinar si las poblaciones de peces son estables como para realizar cualquier tipo de comercialización y pesca de esas especies. La respuesta de Inparques dependerá de lo establecido en el decreto y según lo que sugieran los técnicos luego de analizar la solicitud.

“Se está violando el decreto de creación de ese parque nacional, el Plan de Donación y Reglamento de Uso y la labor de la autoridad ambiental de Inparques”, apuntó.

El profesor universitario jubilado de la Universidad Nacional Experimental Ezequiel Zamora (Unellez-Apure) e investigador sobre el tema, Rafael José Valera, explicó que durante la presidencia de Hugo Chávez quedó prohibida la pesca de arrastre y la pesca de peces ornamentales para evitar la fuga de cetáceos del país, favoreciendo de esta manera a Colombia y a Brasil.

Actualmente, ambos países cuentan con leyes avanzadas, lo cual contrasta con la realidad legal de Venezuela. No obstante, en el país se pudiera poner en práctica un sistema de control y estudio, en conjunto con los países vecinos, sobre los peces ornamentales, aprovechando la coyuntura de la reapertura de la frontera.

“El río Cinaruco es morichalero, por su color y vegetación. Cuenta con una especie autóctona, diversa, y preciosos peces ornamentales en la zona arenosa y de piedra, porque es parte del Escudo Guayanés. La tendencia de este río es rojiza, justo allí es donde está ubicada la cachama morichalera, con una franja anaranjada, peces payasos, pez loro, cebras, morocotos y las populares rayas pequeñas, cuya madurez sexual es de siete años. Para un acuario se cotizan en, al menos, 70 dólares”, dijo.

Valera reveló que las especies de peces obtenidas en el río Cinaruco son transportadas hacia Colombia. Luego son exportadas por el país vecino hacia Europa y Estados Unidos, lo cual constituye un negocio internacional muy lucrativo.

“Es lamentable y dolorosa la situación actual, porque existe mucha indolencia y apatía en el sector institucional, en todo lo relacionado al sector pesquero. No hay estadísticas, no hay control de nada, no existe un registro institucional de pesca. También existe en este negocio tráfico de influencias en los puntos de control, a la hora de trasladar los peces ornamentales, de un lugar a otro con fines comerciales, a pesar de la prohibición de ley”, resaltó.

Explicó que las especies de peces en los acuarios sufren de una suerte de “enanismo”, que no les permite crecer de forma acelerada. “Por ejemplo, la cachama, teóricamente, posee más de 100 mil ovas por kilo. Si pesa 20 kilos, son 2 millones de huevos que produce. De esos 2 millones, nada más a estado adulto pueden llegar dos a tres nada más. El resto se lo comen las demás especies. Así sucede con el coporo: puede tener un millón de larvas que sobaron, pero al final llegan a medio kilo”, manifestó.

Respetar la veda

Foto Cortesía Vilisa Morón

 

 

 

 

El profesor universitario propuso varias acciones, entre otras la creación de laboratorios de criaderos de peces ornamentales, dedicados a estudiar y controlar las especies, tal como se hace en Argentina, Colombia Brasil, Chile y México.

Pidió a los pescadores y a la población en general, respetar la veda, tiempo establecido para la reproducción de las especies pesqueras. Precisó que durante este período no deberían existir puestos de venta de pescado.

“Se recomienda implementar la veda indefinida en toda la Orinoquia desde el 01 de abril hasta el 15 de julio de cada año, ambas fechas inclusive, de las siguientes especies comerciales: cachama negra o cherna (Colossoma macropomum), bagre valentón, laulau o laulao (Brachyplatystoma filamentosum), bagre tigre (Platynematichthys notatus), bagre doncella o cabo de hacha (Sorubimichthys planiceps) y rayas de río (Paratrygon orinocensis y Potamotrygon spp.), hasta tanto los estudios demuestren la recuperación de sus poblaciones. Si bien julio y agosto son meses de reproducción, la misma creciente de los cauces impone una veda natural”, agregó.

Durante el Primer Congreso de Acuicultura y Pesca Achaguas 2022, auspiciado por la sede municipalizada de Achaguas del Vicerrectorado, realizado del 28 de septiembre al 1° de octubre de este año, participaron especialistas en el tema, así como estudiantes de distintas carreras.

Los académicos alertaron que durante los últimos 10 años “ha habido un retroceso importante en la piscicultura nacional, debido al deterioro económico y social enfrentado por los venezolanos durante los últimos años.

“La erosión de la institucionalidad ha llevado a una destrucción, tanto física como intelectual, de los centros educativos, lo cual ha afectado la formación de capital humano y la producción de conocimientos mediante la investigación, ambas necesarias para el desarrollo de una piscicultura moderna. El poco o nulo apoyo de los entes del Estado, involucrados en la promoción de la piscicultura como actividad importante para la generación de alimentos y de bienestar social, ha tenido un peso grande en el desinterés de los pequeños y medianos productores piscícolas”, señalaron en un documento al cual tuvo acceso La Patilla.

Pidieron a las autoridades erradicar de las resoluciones vigentes para la pesca continental, la práctica de extracción de peces en lagunas o cuerpos acuáticos sujetos a desecación en toda la Orinoquia, ya que es causa de graves irregularidades que solo benefician a los funcionarios que emiten los permisos y a los comerciantes inescrupulosos, en perjuicio de los pobladores que viven cerca de esos espacios acuáticos.

Los académicos insistieron en la necesidad de erradicar en todo el territorio nacional, la pesca del curito o busco (Hoplosternum littorale) utilizando los chinchorros curiteros y aparejos, por ser poco selectivos y, por lo tanto, propician la extracción y la mortalidad de grandes volúmenes de especies pequeñas y juveniles de peces comerciales.

“Su temporada de pesca, veda y talla mínima de captura reglamentaria estarán reguladas junto al resto de las especies comerciales en la resolución que norme la pesca en la cuenca del río Orinoco”, reza el documento.