Médico bielorruso confesó uno de los secretos más grandes del ejército de Putin

Médico bielorruso confesó uno de los secretos más grandes del ejército de Putin

Un médico bielorruso confesó uno de los secretos más grandes del ejército de Vladimir Putin
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En un extensa investigación liderada por CNN, el médico bielorruso Andrei –pseudónimo utilizado para mantener en secreto su identidad- reveló en diálogo con el medio norteamericano uno de los tantos secretos que el Kremlin busca esconder, vinculado al desempeño de las tropas rusas en Ucrania.

Por La Nacion 

El experto en salud escapó de Bielorrusia meses después de que comenzara la guerra y trajo consigo una memoria USB que contenía pruebas de las atrocidades que había presenciado. Dentro del pendrive, Andrei tenía detalles sobre como Bielorrusia ayudó a Putin a esconder del mundo una de las realidades de la guerra.

Según rememoró, fue en febrero dentro de la ciudad de Mózyr, provincia de Gómel que el ejército ruso empezó a liberar espacio en hospitales, cancelar cirugías planificadas y enviar a pacientes bielorrusos a sus casas. También tomaron control de todos los bancos de sangre e hicieron firmar acuerdos de confidencialidad.

29/01/2022 Despliegue de fuerzas antiaéreas rusas en Bielorrusia. POLITICA EUROPA BIELORRUSIA ASIA INTERNACIONAL MINISTERIO DE DEFENSA DE RUSIA

 

“Nos dijeron que los Servicios Federales de Seguridad de Rusia nos estaban vigilando y que tenían formas de monitorear nuestros teléfonos”, reveló.

Durante su estadía en uno de los tres hospitales que tiene Mózyr, Andrei recolectó evidencia de un lado de la guerra que hasta ahora no se había visto. La primera de las confidencias que hizo a CNN fue que Putin utilizó la infraestructura bielorrusa para ocultar las grandes cantidades de heridos y muertos.

Precisó luego haber visto la mayor ola de víctimas ingresar al hospital el 28 de febrero. Autobuses con al menos 100 soldados rusos llegaron, fueron puestos en camillas o arrojados directamente en la puerta del hospital. Todos y cada uno de ellos eran marcados con números según la urgencia con que debían ser atendidos.

“El hospital estaba lleno de soldados. A algunos les faltaban los ojos, otros requirieron amputaciones, unos pocos estaban paralizados, uno había perdido parte de su cerebro, otro su mandíbula inferior. Había más heridos que necesitaban una operación que mesas de operaciones”, detalló el médico.

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