Basura en los océanos, una pesadilla plástica que provoca más daño del que se podría imaginar

Basura en los océanos, una pesadilla plástica que provoca más daño del que se podría imaginar

Los plásticos de un solo uso llegan a los océanos y contaminan. En las profundidades hacen estragos. Foto: Shutterstock.

 

 

 





Cada año llegan a los océanos decenas de millones de toneladas de plástico. Los científicos supusieron, en principio, que ese material sólo flotaría en parches de basura. Sin embargo, nuevos estudios realizados en la superficie marina encontraron, apenas, alrededor del 1 por ciento del plástico estimado.

Por Clarín

Se descubrió que el 99,8 por ciento de los desechos que ingresaron al mar desde 1950 descendió más allá de las primeras decenas de metros. Por eso los investigadores hallaron 10.000 veces más microplásticos en el fondo marino que en las aguas superficiales contaminadas.

Un fenómeno que se conoce como nieve marina, una de las principales vías de conexión entre la superficie marina (donde se acumulan naturalmente microorganismos y restos orgánicos, como materia fecal, entre otros) y las profundidades, estaría contribuyendo a que los plásticos desciendan.

 

Recolección de basura en las costas de la ciudad de Panamá..Foto: EFE/Bienvenido Velasco

 

A partir de estos hallazgos, los científicos están empezando a desentrañar cómo los materiales plásticos interfieren en las redes alimentarias de las profundidades y los ciclos naturales del carbono del océano.

“No se trata sólo de que la nieve marina transporte los plásticos o se aglomere con ellos”, dijo Luisa Galgani, investigadora de la Universidad Atlántica de Florida. “Lo que ocurre aquí es que pueden ayudarse mutuamente a llegar a las profundidades del mar”, agregó.

Los científicos encontraron gran cantidad de microplásticos en el vientre de los calamares de las profundidades.

De qué está hecha la nieve marina. Sobre la superficie del mar, iluminados por el sol, florecen el fitoplancton, el zooplancton, las algas, las bacterias y otras formas de vida minúsculas que se alimentan de los rayos solares o unas de otras.

 

Desechos plásticos en las costas de Cancún. Foto: EFE/Lourdes Cruz.

 

Cuando metabolizan, algunos de estos microbios producen polisacáridos que pueden formar un gel pegajoso que atrae los cuerpos sin vida de organismos diminutos, pequeños fragmentos de cadáveres más grandes, arena y microplásticos, que se pegotean y forman copos más grandes.

“Así se mantienen unidos todos los componentes de la nieve marina, que luego cae a las profundidades”, explica Galgani.

Esos copos de nieve marina caen a diferentes velocidades. Los más pequeños descienden con más lentitud, “hasta un metro por día”, explicó Anela Choy, oceanógrafa biológica del Instituto Scripps de Oceanografía, de la Universidad de California en San Diego.

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