El arte y las diversidades funcionales: La aventura de integración para niños especiales

El arte y las diversidades funcionales: La aventura de integración para niños especiales

 

Las artes escénicas, poco a poco, se van abriendo a nuevos exponentes, personas que, a pesar de tener diversidades funcionales, desmontan los señalamientos sociales.





lapatilla.com | Katerín García

Más allá de ser terapia, la integración a las artes para personas es un lenguaje de manifestación. Al lograr complementar emociones con aprendizaje y trasladar esos elementos a las tablas, música o ante una cámara, se obtienen resultados increíbles que incluso para los mismos artistas se vuelven trascendentales y es por ello, que quisimos indagar en cómo las personas especiales, pueden llegar a ser grandes exponentes en el mundo de las artes escénicas.

Para esto, consultamos con Juliana Cuervos, especialista en la industria del teatro y la cinematografía, quien se ha desarrollado como entrenadora de actores especiales en audiovisuales.

El proceso para sacar las emociones de una personas con cualidades especiales, no es sencillo y lleva una metodología basada en la fluidez. “Se explora y reconoce a través del juego. Observando las capacidades, detectándolas y potenciándolas. Fluyendo, con paciencia y sin violentar los ritmos y tiempos de aprendizaje; Por fases, por capas, como subiendo una escalera, escalón, por escalón, sin pretender saltarlos de dos en dos. Respetando los intereses de cada cual” explicó Cuervos, entendiendo que todos somos iguales y cada uno utiliza, o no, las capacidades que posee.

Padres, personas especiales y la canalización

Para muchos padres, es complicado abrir las puertas del mundo a sus hijos y más cuando se trata de niños o jóvenes que presentan condiciones o trastornos y más en una sociedad que se ha deteriorado y desensibilizado; Con respecto a esto, las recomendaciones son:

Conocer a sus hijas e hijos y facilitarles el acceso a aquello que les interese.

Vincularlos desde temprano al universo artístico, así sea solo como público y/o consumidor de artes, de humanidades.

Confiar sí mismos y en sus hijos, asociándose en redes saludables de apoyo. Respetando cada etapa, cada edad, cada rechazo. Facilitando su adaptación al medio y no obligándoles a hacer lo que no resisten. Por ejemplo, si el ruido les altera, no les sometas al ruido, si las luces intermitentes le irritan, evítalas, si la lectura les gusta, léele, si bailar es lo suyo, baila…

Una aventura: Vínculos y retos con personas especiales

Cuervos, nos relató sus anécdotas y cómo llegó la sensibilidad hacia esta comunidad desde muy pequeña. “En mi niñez y adolescencia el vínculo con la población especial fue indirecta, a través del acompañamiento a mi madre, quien si fue especialista del área, pues trabajaba como fisioterapeuta y kinestesióloga en instituciones, dedicadas a la atención de personas con diversidad funcional cognitiva en Venezuela” dijo.

Sin embargo, fue con su sobrina, diagnosticada con autismo desde los 2 años de edad, con quién de manera doméstica, consiente y voluntaria experimentó de cerca la canalización de sus cualidades. Esto a través de las metodologías antes expuestas, con lo que consiguieron desarrollar la adquisición de habilidades y competencias sociales a sus 5 años.

Otro cuento de Juliana, recuerda su encuentro con un participante y actor de teatro, llamado Greyber Rengifo, “Estábamos ensayando una obra en la que intervenían tres personajes que llevaban unas hermosas cabezas de lobos. Greyber se incorporó como público al ensayo, era su primer día con nosotros en el taller de teatro de Apoye. Yo estaba muy atenta al ensayo y a él para conocerle. Repetimos la escena de los lobos y de pronto veo que él toma una actitud que expresaba algo agresivo, acechante, más bien, y veo que se coloca la capucha de su sweter… mi corazón se acelera porque no sé muy bien qué pasa por su mente, pero confío y le dejo fluir… respiro, pero con el corazón a mil… él, justo cuando entran los tres lobos se inclina, acechante y se incorpora al grupo de lobos con una verdad y un histrionismo alucinante. Al terminar se quita la capucha y tenía una sonrisa como jamás había visto, feliz de haber jugado con nosotros. A partir de allí hubo 4 lobos y no 3 en la obra” relató.

Sobre su mayor reto, en este gran mundo aseguró, “Es asumir que soy capaz de colaborar/facilitar el tránsito artístico de y con otras personas; Siempre me genera mucha ansiedad iniciar un nuevo proceso”.

Venezuela está preparada para enseñar y encaminar a los niños y jóvenes espaciales al arte

Siempre queda esa duda de que si el país tiene, actualmente, capacidades para enseñar y llevar de la mano a personas con características especiales, tomando en cuenta que muchos profesionales han migrado, como incluso es el caso de Juliana; pero los avances tecnológicos y las ganas de enseñar lo pueden todo “No me atrevo a responder, sería pretencioso de mi parte. Lo que si puedo expresar es que el conocimiento, la educación, los valores humanos y sociales nos permiten vencer barreras intelectuales y emocionales, nos permiten vencer miedos, nos permiten tomar riesgos, nos permiten pensar en el diseño del país que queremos y que somos capaces de construir. Teniendo siempre en cuenta a todas las personas que lo habitamos” manifestó.

Es una aventura tanto para los educadores o guías, como para esa niños, jóvenes y adultos, adentrase a un nuevo terreno, el cual expone en sí, su ser interior, que por temor o desconocimiento no se atreven a explorar. Sin embargo, es para ambos casos una sensación inigualable el liberar todas esas represiones personales a través del dar o recibir aprendizajes mediante el arte, lo cual es una ventana de expresión más que de entretenimiento, siempre y cuando, se comprenda que todos pueden llegar a ser artistas.