Victor Jimenez Ures: ¿El fin justifica los medios?

Victor Jimenez Ures: ¿El fin justifica los medios?

Puede que no sea la III Guerra Mundial, pero definitivamente la invasión rusa a Ucrania traerá numerosas consecuencias políticas y también económicas, no en vano vivimos en un mundo interconectado e interdependiente; la pandemia por COVID-19 nos lo enseñó, y una guerra en la remota (para nosotros) Europa del Este, lo confirmó.

El Orden Mundial está cambiando, el mundo tal y como lo conocíamos en diciembre del 2019 ya no es el mismo. El aislamiento provocado por la cuarentena aceleró la migración hacia las plataformas digitales, acortando las distancias y borrando las fronteras. Era algo que iba a pasar (ya lo predecían los Supersónicos), pero la cuarentena nos apretó el acelerador, y bien sabemos que la velocidad desbocada puede ser rápida, pero también peligrosa, muy peligrosa.

En muchos países, incluida Venezuela, existen figuras creadas para evitar prácticas abusivas en el mercado tales como la competencia desleal entre comerciantes, los abusos de posición dominante y los monopolios impuestos por empresas grandes que invariablemente buscan aplastar a las más pequeñas para adueñarse del mercado. Empero, y a pesar de la importancia que adquirieron las plataformas digitales durante la cuarentena, pocos países las regulan en forma eficiente. Al sol de hoy Twitter, Youtube, Facebook-Meta (y todas las empresas que ha devorado sin ningún control) e incluso Google, pueden ser consideradas poderosas multinacionales monopolizadoras.





Estas empresas, amigables a nuestros ojos, son altamente agresivas y ventajistas cuando de competir por el público se trata. Un ejemplo: Whatsapp-Meta ya tiene disponible la opción de video llamadas múltiples; y con ello no solo facilitará la vida de sus usuarios… también entrará a competir contra la plataforma Zoom (de entrada, Whatsapp tiene la ventaja de ser gratuito). ¿Podrá Zoom mantenerse vigente y aguantar las previsibles actualizaciones de Whatsapp que, con toda seguridad, buscarán “mejorar la experiencia” de las video llamadas grupales? Ya se verá.

Este monopolio de plataformas también ha demostrado tener inclinaciones ideológicas y, por tanto, estar sujeto a líneas editoriales claramente definidas. El año pasado lo vimos con la censura impuesta contra el expresidente de los Estados Unidos Donal Trump, en ese momento muchos celebraron las medidas. Ahora lo estamos viendo con los medios, canales, influenciadores y páginas afines al gobierno ruso.

La censura generalizada contra los rusos fue iniciada por los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea, y luego se sumaron las plataformas digitales, comenzando una cacería de brujas sin precedentes en la sociedad moderna. Por citar dos ejemplos, en Youtube todo el que apoya al gobierno ruso es automáticamente baneado (le cierran el canal), y la Comisión Europea le pidió a Google eliminar todo el contenido de Sputnik y Russia Today. De la noche a la mañana millones de usuarios vieron cercenados su derecho a la información, quitándoseles la valiosa oportunidad de acudir a los medios de comunicación alternativos para contrastar las diferentes versiones de un mismo hecho, impidiéndoseles con ello formarse una opinión crítica.

Es decir, retrocedimos varias décadas y nos convirtieron en meros consumidores de propaganda bélica. Como casi todos nos oponemos a la invasión rusa, la imposición del cerco comunicacional está pasando inadvertida. Pero lo cierto es que se está creando un precedente terrible: se dio carta blanca a la imposición de “una verdad única” por sobre las demás voces.

“Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso” diría la senadora intergaláctica Padmé Amidala de la Guerra de las Galaxias. Y aunque se trata de un personaje ficticio, aquello no deja de ser verdad. Hoy todos aplaudimos la censura contra los rusos, sin comprender que le estamos dando a los Estados y las Redes Sociales la autoridad moral de definir lo bueno y lo malo, de censurar y perseguir, de invisibilizar y anular a quienes piensen distinto. Ayer fue Trump, hoy los rusos, mañana podríamos ser nosotros quienes seamos silenciados.

Estamos a las puertas de una sociedad Orwelliana, comenzó el totalitarismo 2.0.

¡Dios bendiga a Venezuela!

@VJimenezUres