ONU consternada por la muerte del bebé venezolano en las costas de Trinidad y Tobago

ONU consternada por la muerte del bebé venezolano en las costas de Trinidad y Tobago

Eduardo Stein, representante especial conjunto del ACNUR y la OIM para los refugiados y migrantes venezolanos, en una fotografía de archivo. EFE/Martial Trezzini

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y cuatro de sus principales agencias expresaron este lunes su “consternación” por el fallecimiento de un bebé migrante venezolano, durante en una interceptación en el mar frente a la costa de Trinidad y Tobago.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lamentaron profundamente la tragedia en un comunicado conjunto.





“Estamos profundamente entristecidos por esta tragedia y transmitimos nuestras más sinceras condolencias a la familia y a los seres queridos que lloran esta pérdida y deseamos una pronta recuperación a los heridos. Nadie en búsqueda de seguridad, protección y nuevas oportunidades debería perder la vida”, dijo . Eduardo Stein, representante especial conjunto del ACNUR y la OIM para los refugiados y migrantes venezolanos.

Stein afirmó que este incidente revela la “difícil situación a la que se enfrentan las personas que se desplazan durante los desesperados y peligrosos viajes buscando seguridad”.

Una embarcación que transportaba personas procedentes de Venezuela fue interceptada este fin de semana por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago cuando entraba en su territorio marítimo, detalla el comunicado.

El documento señala que “según los guardacostas, una mujer y un bebé resultaron heridos en el incidente. La mujer fue trasladada a un centro sanitario. El bebé murió”.

“Ningún niño o niña migrante debería morir jamás, ya sea viajando con sus padres o solo. Ninguna madre quiere poner en riesgo la vida de sus hijos en un pequeño barco en alta mar, a menos que no tenga otra opción”, señaló Jean Gough, directora de Unicef para América Latina y el Caribe.

Gouh resaltó que “dos de cada tres venezolanos en movimiento son mujeres y niños” y dijo que esta tragedia es un “claro recordatorio de que ellos son los más vulnerables entre los vulnerables. Merecen especial atención, protección y seguridad, en cualquier lugar y en cualquier momento”.

Stein añadió, por su parte, que “para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir se necesitan vías más seguras para las personas refugiadas y migrantes”.

“Los Estados deben tomar medidas para garantizar que se respete siempre el derecho a la vida de las personas refugiadas y migrantes. Hacemos un llamado a las autoridades para que investiguen este incidente”, manifestó a su vez Alberto Brunori, representante regional del ACNUDH para Centroamérica y el Caribe de habla inglesa.

Los organismos de la ONU hicieron un llamamiento a los Estados a que establezcan mecanismos que ayuden a proteger los derechos de las personas en movimiento, incluido el derecho a tener acceso a procedimientos de regularización y asilo adecuados.

Señalaron que Los Estados parte en la Convención sobre los Derechos del Niño deben salvaguardar los derechos de todos los infantes en su territorio, “independientemente de su nacionalidad o estatus”.

Recordaron que ante la falta de rutas seguras, muchas personas refugiadas y migrantes venezolanas se ven obligadas a recurrir a arriesgadas travesías marítimas y terrestres que se han vuelto aún más complejas, por restricciones de viaje y sanitarias que limitan las vías formales de entrada.

Además, destacaron que hay más de seis millones de refugiados y migrantes de Venezuela en todo el mundo, la mayoría de los cuales son acogidos por países de América Latina y el Caribe.

Indicaron que según la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), en enero de 2022 había unos 28.500 refugiados y migrantes venezolanos en Trinidad y Tobago.

EFE