La leyenda de terror que nació con un hijo que asesinó a sus padres

La leyenda de terror que nació con un hijo que asesinó a sus padres

El hombre fue encarcelado en una prisión de Estados Unidos. FOTO: Archivo particular

 

Un matrimonio con disparos en la nuca y cuatro hijos muertos producto de balas en sus espaldas. Todos en cama y vestidos con pijamas. Esa fue la trágica escena reportada por las autoridades en una residencia de Amityville, Estados Unidos.

Por eltiempo.com





El crimen, ocurrido en los años 70, se propagó por el país y el mundo junto a leyendas urbanas, supuestas apariciones de fantasmas y unos ‘quiebres’ en la investigación judicial. Hasta ha sido objeto de películas y libros de ficción sobre eventos paranormales.

Los protagonistas: la familia DeFeo que residía cerca de 112 Ocean Avenue, pero que el 13 noviembre de 1974 estuvo en boca de todos los vecinos y medios de comunicación. Aquel día habían sido asesinados; solo estaba con vida el hijo mayor, Ronald, de 23 años, a quien apodaban ‘Butch’.

Asesino de su ‘propia sangre’

Ronald trabajaba en un concesionario de carros y su padre, con el mismo nombre, era uno de los gerentes del lugar, de acuerdo con la información conocida por el diario ‘The New York Times’.

Al parecer, sus días no tenían mayores sobresaltos hasta que al volver de sus labores ‘encontró’ a sus familiares en la madrugada del 13 de noviembre. Con pijama, en la cama y sin ninguna señal aparente de forcejeo, según el reporte de los peritos, habían perdido la vida.

El episodio supuestamente le produjo tal asombro a Ronald que salió de su casa hasta un bar cercano y entró gritando “mi padre y mi madre recibieron disparos”.

Pidió ayuda reiteradamente y unas personas que departían en el lugar, ante el desespero, se apresuraron a acompañar al joven hasta el lugar del crimen y llamaron a la Policía.

Las autoridades, como reseñó por aquellos años el medio citado, buscaron por todas partes indicios del homicida. Incluso acudieron a un buzo para inspeccionar un lago detrás de la propiedad. Sin embargo, el implicado no había huido. Estaba allí. Era el mismo Ronald.

“No tengo nada que decir”, mencionó el joven a los curiosos luego de ser capturado al día siguiente. Los investigadores, en tiempo récord, habían concluido que era el único sospechoso y habría armado todo un ‘teatro’ para encubrir el asesinato de sus parientes.

 

El hombre fue condenado a cadena perpetua, a pesar de haber revelado que su hermana Dawn fue quien lo instó a cometer el crimen. Poco o nada logró hacer su abogado para respaldar también una teoría de locura.

Tres homicidas; un culpable

En los últimos años han rondado muchos cuestionamientos hacia el juicio y la condena contra Ronald. Uno de los críticos es Ric Osuna, director de cine y autor del libro ‘La noche en que murieron los DeFeo’. De acuerdo con sus investigaciones, el joven no fue el único homicida.

“Fue un asesinato a sangre fría. Punto. Sin fantasmas. Sin demonios. Solo tres personas en las que yo era una”, redactó Ronald en una carta conocida por Osuna.

¿Por qué lo habría hecho y cuáles eran las otras dos personas implicadas? Esto fue lo que reconstruyó el escritor de la mano de testimonios y visitas a la imponente residencia hasta hallar un entorno familiar destruido.

 

La casa de los DeFeo, según él, vivía jornadas de violencia intrafamiliar y ese fue el caso de la noche del fatídico desenlace. Al parecer, luego de los abusos de su papá, ‘Butch’ optó por refugiarse en el sótano junto a su hermana Dawn y otro amigo para consumir sustancias psicoactivas.

En medio del trance, la joven, de 18 años, le habría pedido a su hermano mayor que asesinara a su papá para evitar más violencia. Así lo hicieron.

Llegaron en la madrugada del 13 de noviembre hasta la habitación y le dispararon, pero también decidieron acabar con la vida de su mamá Louise, ya que el matrimonio era incondicional, de acuerdo con los datos recopilados por Osuna.

Dawn habría cambiado el plan inicial de llevar a sus pequeños hermanos a casa de los abuelos, y decidió dispararles con un rifle. Allison (13 años), Marc (12 años) y John (9 años) murieron mientras dormían.

Enterado de lo que acababa de suceder, Ronald encaró a su hermana y le disparó. Por tanto, los cuatro cadáveres yacían en la casa de la 112 Ocean Avenue, sin haber alarmado a los vecinos por las detonaciones de las balas.

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La tercera persona nombrada, el amigo de ‘Butch’, escapó y nunca respondió a las solicitudes de entrevista que hizo el escritor Osuna.

Otro de los hallazgos de la investigación citada menciona que el abogado defensor William Weber habría recibido ofertas de editoriales para plasmar la historia de su cliente en un libro y ‘sacar la verdad a la luz’.

“Le prometió a ‘Butch’ que saldría en dos o tres años y que sería rico con el éxito del libro”, comentó Geraldine DaFoe, esposa del homicida. No obstante, se habría quedado en palabras porque la condena a cadena perpetua fue inminente.

 

Explotación comercial del asesinato

La casa de los DeFoe fue comprada por Georges y Kathleen Lutz el 18 de diciembre de 1975. De acuerdo con la revista ‘Vanity Fair’, la residencia fue aprovechada para generar ingresos a costa de historias paranormales de la mano de fantasmas y espíritus que recorrían las habitaciones.

De hecho, el matrimonio Lorraine y Ed Warren, los ‘cazadores de historias’, visitaron la propiedad en 1976 y, supuestamente, le tomaron fotos a un ‘niño endemoniado’.

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Los terrores, después de tanto tiempo, parecen estar en el olvido luego de que los tres pisos con una arquitectura colonial holandesa fueran vendidos nuevamente en 2017 por 650 mil dólares, según el diario ‘Daily Mail’.

Aunque el espacio sigue vigente, de la familia no queda nadie. Ronald o ‘Butch’ murió con 69 años detrás de las rejas de una correccional en el estado de Nueva York, Estados Unidos, el pasado 15 de marzo de 2021.

Se fue de este mundo como el único responsable de la muerte de sus seres queridos.