Barquisimeto pasó de ser la capital musical para convertirse en la sucursal de la luna tras años de desidia chavista

Barquisimeto pasó de ser la capital musical para convertirse en la sucursal de la luna tras años de desidia chavista

 

Barquisimeto, la capital musical de Venezuela, pasó a convertirse en la ciudad de los huecos, generando molestias y dolores de cabeza a conductores y transeúntes que a diario transitan sus calles y avenidas.





Por Corresponsalía

Las principales calles y avenidas en Lara no escapan a la desidia gubernamental, obligando a los conductores a tomar sus previsiones y hacer maromas para poder transitar por el lugar.

Al ser consultados, numerosos choferes coincidieron que cruzar por cualquiera de las calles transversales que llegan al centro es como si se transitara por la luna: huecos por todos lados y mucha basura. Igual sucede en las avenidas Venezuela, Florencio Jiménez, Las Industrias, por solo nombrar algunas de las más importantes vías de la ciudad.

Ronald Arias, presidente de la Cámara de Construcción del estado Lara, señaló que este tipo de trabajos viales, dentro de los municipios, es competencia de las alcaldías.

En el caso de la Alcaldía de Iribarren, el ente encargado es la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), cuya función es coordinar, ejecutar, direccionar e inspeccionar las obras y servicios públicos municipales. Entre algunas de sus atribuciones está mejorar las vías, el alumbrado público, las aceras y los drenajes del Municipio Iribarren.

“Como todo, Barquisimeto tiene muchas fallas, muchos problemas acumulados. Podemos decir que todo el municipio Iribarren tiene más de 2 mil kilómetros de vías urbanas entre calles y avenidas, una gran cantidad de barrios, urbanizaciones, avenidas principales, es una trama vial bastante amplia” indicó Arias. Esto aunado a la escasez de recursos, no se pueden ejecutar obras como se hacían en gestiones anteriores, aseguró.

Grandes inversiones

 

 

En Lara, hace 10 años existían 5 plantas de asfalto de empresas privadas y dos plantas de asfalto del Estado. Actualmente apenas están en funcionamiento dos plantas privadas y una sola estatal, que están retiradas de la ciudad y además genera un costo para transportar el asfalto hasta el lugar donde se usaría.

Agregó Arias que la ciudad requiere inversiones importantes en el área de vialidad y pavimentación. Desde hace un tiempo no se ha construido calles o avenidas nuevas, porque requieren demasiados recursos, que solo el Estado puede proveer.

“Un metro cuadrado de asfalto pudiéramos hablar que está en el orden de los 15 dólares, y estamos hablando de áreas muy amplias. Por ejemplo, una cuadra que mida 100 metros de largo por 7 metros de ancho y se va a repavimentar completa son 700 metros cuadrados, por 15 dólares cada metro cuadrado, estamos hablando de más de 10 mil dólares una sola calle”, calculó.

Además, existe otro problema y son las filtraciones. La mayoría de las tuberías del estado Lara prácticamente llegaron a su vida útil, lo que se evidencia en las continuas roturas de tuberías de aguas blancas y aguas servidas, lo que va erosionando y formando huecos en calles y avenidas.

Pero también ocurre que se reparan tuberías y luego las vías quedan sin pavimentar. Ejemplo de ello es el trabajo que se realizó en la avenida Venezuela con avenida Bracamonte de Barquisimeto. Un gran bote de aguas negras atormentó por mucho tiempo tanto a los habitantes de la zona como a los miles de conductores que a diario transitan por el lugar. Ahora, los carros deben sortear el gran bache que quedó lleno de tierra, y sin esperanzas de que pavimenten a corto plazo los casi 200 metros de vía, donde se usaría un aproximado de unas 250 toneladas de asfalto.

En este sentido, Arias dijo que los casos de filtraciones por aguas blancas y negras que se van acumulando terminan de acentuar más el problema. “Vas a Palavecino y ves unas calles que están súper deterioradas, sobre todo por los lados del centro de Cabudare, son unos cráteres por todas partes”.

Desidia del chavismo

 

 

Para el ingeniero Alfredo Ramos, exalcalde del municipio Iribarren, la corrupción y la desidia por parte de los gobernantes del régimen de Nicolás Maduro, han sumido no solo a Barquisimeto, sino al resto de los municipios de Lara en un estado de abandono que se ve reflejado en su vialidad.

Ramos manifestó que el proceso de centralización de todo lo concerniente a asfalto ha impedido de alguna manera que se desarrollen proyectos de recuperación del pavimento de las calles de Barquisimeto.

El problema vial es generalizado en todo el estado Lara y es que las calles de los municipios foráneos hoy simulan un paisaje lunar. Tal es el caso del municipio Torres, el más grande en extensión territorial del estado Lara y el que tiene más del 50% de su vialidad destruida, donde no se desarrollan proyectos en materia vial desde hace, al menos, 17 años.

Alfredo Ramos señaló que muchas de las calles y carreteras de las zonas rurales del municipio Torres han desaparecido por completo.

Al respecto, Daniel Antequera expresó que es sorprendente ver cómo las promesas de recuperación de Barquisimeto quedaron en la campaña del pasado proceso de elecciones. Aseguró que en Iribarren, el alcalde Luis Jonás Reyes se ha dedicado a pintar paredes y hacer murales, mientras que los problemas de fondo se agravan en la ciudad.

Es necesario resaltar que los botes de aguas blancas y los colapsos de aguas servidas han contribuido al deterioro de las calles y vías de la región. En muchos de los casos, la solución de estos problemas recae sobre Hidrolara, que rompe las vías, hacen el trabajo de reparación de tuberías, pero dejan los huecos abiertos. De esa manera, se expande el deterioro de la capa asfáltica por todas las zonas de Barquisimeto y demás municipios de Lara.

Antequera señala que el sector transporte se ha visto muy afectado por el acentuado deterioro de las calles de Barquisimeto. A muchos conductores les ha tocado cambiar las rutas, ya que la mayoría de las calles que tenían asfalto, ahora son de tierra o piedras.

La ciudad de Barquisimeto cuenta con tres parroquias rurales, las mismas, según denunció Antequera, se encuentran desasistidas por el alcalde chavista de Iribarren, quien en reiteradas oportunidades ha llegado con las máquinas, “hace el show mediático” para luego retirarse de los sectores sin darle continuidad a los trabajos.

“A los actuales gobernantes no les interesa el estado de las vías de la ciudad”, puntualizó.

Para la recuperación de la capa asfáltica de Barquisimeto y del resto del estado Lara se requiere una alta inversión, pero una de las piedras de tranca ha sido que el asfalto es manejado por el Estado venezolano, lo que ha impedido que se pueda gestionar, reparar la vialidad y construir vías nuevas.

El Plan Tapahuecos

El pasado 11 de noviembre, el alcalde chavista de Barquisimeto, Luis Jonás Reyes, celebró con “bombos y platillos” la firma de un convenio con una planta de asfalto ubicada al norte de la capital del estado Lara y aseguró que unas 7 mil toneladas de asfalto se utilizarían desde ese día hasta diciembre, para la rehabilitación vial de diferentes sectores de Barquisimeto.

Sin embargo, en un recorrido realizado por el equipo de La Patilla, se pudo constatar el deterioro en las vías, producto del tiempo que tienen las calles sin reparaciones ni mantenimiento, según el testimonio de sus habitantes.

Desde el gobierno chavista afirmaron que con ese convenio se producirán, al menos, 17 mil toneladas en menos de 6 meses. Además, aseguró que en su primera gestión se invirtieron BsD 2.058.204, con lo cual taparon más de 10.000 huecos y que, presuntamente, faltan por tapar 11.600 huecos más.

Pero las calles de Barquisimeto, capital de la entidad larense, hoy son el rostro visible de la falta de presupuesto y la indiferencia gubernamental, que en los últimos años ha dejado a un lado los planes y proyectos de inversión en materia vial, por lo que muchas de esas calles se han convertido en “troneras” o simplemente ya han desaparecido.

Repuestos por las nubes

Pero los que más sufren por las condiciones de la vialidad urbana de Barquisimeto, son los conductores que deben afrontar gastos altísimos en repuestos para el tren delantero de sus vehículos.

El kit de reparación de las mesetas tiene un costo de 43 dólares.
El kit de reparación del tren delantero oscila entre los 45 y 80 dólares.
Un mecánico puede cobrar 70 dólares por cambiar los 4 muñones y el flector de la caña de una camioneta.
La mano de obra por la reparación de un tren delantero puede costar 90 dólares.

Los choferes manifiestan que el gobierno chavista aplica la política de “oídos sordos” ante las innumerables denuncias que se han difundido por los medios de comunicación y redes sociales sobre las vías destruidas, y hasta ahora no han obtenido soluciones concretas.