De esta forma se comunicaba alias “Otoniel” para evitar a las autoridades

De esta forma se comunicaba alias “Otoniel” para evitar a las autoridades

Las últimas imágenes de Otoniel en una lancha y montando en mula. – Foto:

 

Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, jefe del Clan del Golfo, fue capturado por las autoridades este sábado. A Otoniel le venían siguiendo el rastro desde hace meses. En junio, el director de la Policía, el general Jorge Vargas, había dicho que Otoniel y sus hombres más cercanos estaban aguatando hambre, debido a las operaciones de la fuerza pública.

Por semana.com





Sobre alias Otoniel, el general Vargas dijo en su momento: “Es la cabeza de esa organización narcotraficante (Clan del Golfo), por él se ofrecen hasta 5 millones de dólares por el gobierno de los Estados Unidos, que colabora de la mano de las autoridades colombinas en la captura de este delincuente para llevarlo ante las autoridades internacionales ante el Distrito Sur de la Florida, o la captura en Colombia. El gobierno de Colombia ofrece hasta $3.000 millones por su captura, es decir, que estamos hablando en plata colombina $17.000 millones por este delincuente”.

En un golpe propinado contra el Clan de Golfo en septiembre pasado, en el que murieron siete presuntos integrantes de esta estructura narcotraficante y otros dos fueron capturados, en lo que se conoce como la operación Agamenón, se conocieron varios detalles de cómo funciona esta estructura.

Al punto que, según el director de la Policía, general Jorge Vargas, ‘Otoniel’ ni siquiera usa celular para no dejar huella. En medio de este resultado de septiembre se conoció que alias ‘Otoniel’, quien se encontraba en zona selvática del Nudo de Paramillo, mantenía aislado de la civilización y recibiendo apoyo externo de alias ‘Chiquito Malo’, el segundo cabecilla de la estructura. Entre ellos solo se comunicaban por correos humanos o memorias USB con audios en los que envían precisas instrucciones.

La imagen más reciente de Dairo Antonio Úsuga, máximo cabecilla del Clan del Golfo, daba cuenta de lo cerca que estaba la fuerza pública de dar con el escurridizo narcotraficante más buscado del país. SEMANA obtuvo en exclusiva detalles de la operación Agamenón, una fuerza conjunta de Policía y Ejército compuesta por más de 1.000 hombres que tiene como objetivo la cacería de este poderoso delincuente.

Vargas, en su momento, aseguró que alias ‘Otoniel’ evitaba usar celulares para no ser detectado por los servicios de inteligencia del Estado. Reveló que este año han sido capturados más de 648 integrantes del Clan del Golfo, 49 han muerto en desarrollo de operativos de la fuerza pública y se les han decomisado 40 toneladas de cocaína.

Según la información de inteligencia, era alias ‘Chiquito Malo’ quien le prestaba toda la logística que requería para su manutención en la zona selvática, donde evitaba tener contactos con la civilización.

Lujosas propiedades

En los documentos de inteligencia se ven lujosas propiedades, testaferros, videos, operaciones encubiertas y todo su esquema de tráfico de drogas, armas y lavado de activos, que desnudan el actuar delictivo de este poderoso criminal y su organización. Las fotos lo muestran en una lancha Johnson de color verde, con franjas amarilla y blanca, de las que serpentean los ríos sin generar sospechas.

No habían sido pocos los intentos de las Fuerzas Militares y de Policía por dar con Otoniel y le han venido cerrando el cerco. Desde 2015, con la operación Jacob, le seguían los pasos en las veredas Yoki y Cienaguita, en el municipio de Necoclí (Antioquia), ante la presión tuvo que coger camino hacia Tierralta (Córdoba). Para 2018, la operación Salomón lo obligó a refugiarse en la zona del río Verde.

Su primer anillo de seguridad estaba compuesto por ocho hombres, varios de ellos lo han acompañado desde sus inicios en esta carrera criminal de más de 34 años cuando empezó en el EPL. Las normas son claras: no pueden usar celulares o dispositivos electrónicos, tener uno de esos aparatos les cuesta la vida. Antes de cualquier reunión les hace cambiar la ropa y botarla, su temor es ser localizado por GPS, como ha ocurrido con otros capos.