Baldomero Vásquez y Celina Añez: Cuba, la ignorancia armada

Unos años después de la desaparición de la URSS salieron a la luz pública los archivos soviéticos (conocidos por las siglas RGASPI). En ellos se zambulló el historiador británico Robert Service para escribir su aclamada obra CAMARADAS (2007) sobre la historia mundial del comunismo. Al leerla, uno queda deslumbrado de las abundantes revelaciones que extrajo de aquella mina de oro.

“Cuba revolucionaria” es el capitulo 29. En la página 481 aparece la referencia que es de nuestro interés: la acogida que diese Fidel Castro el 13 de enero de 1961 a la delegación de la Juventud Comunista Soviética (Komsomol) que presidía Serguei Pavlov, a quienes aduló con estas palabras:

“La Revolución Cubana no empezó hace 2 años: empezó en 1917. Si no hubiera sido por su revolución, nuestra revolución no habría ocurrido. Así que la Revolución Cubana tiene 43 años”.





Fidel Castro, sagazmente, pretendía enaltecer su gesta guerrillera triunfal de toma del poder insertándola en la corriente histórica que desde octubre de 1917, con la revolución rusa, parecía encaminarse a hacer realidad la profecía del “socialismo científico¨ de Marx en el siglo XIX: la sustitución del capitalismo por el socialismo en el mundo. Para los comunistas, de la mano de Lenin, esa profecía se habría convertido en realidad desde aquel año con la construcción del primer estado socialista de la humanidad. Igualmente se corroboraba que existían las inmutables “leyes históricas”, como el marxismo afirmaba.

La desaparición de la URSS enterró el marxismo

Pero en 1991, después de 74 años de socialismo, ocurrió un inesperado hecho histórico que echó por tierra la profecía marxista: la desaparición de la URSS. La consecuencia de mayor alcance de tal hecho es que con la muerte de la URSS quedan empíricamente refutadas las “leyes históricas” del marxismo y con ello, toda la parafernalia de su “cientificidad” resulta desmentida.

La importancia del tema que abordamos es inestimable. Pero, lamentablemente, en América Latina los intelectuales de izquierda no han mostrado ningún interés en hacerlo. Para ellos es como si aquel cataclismo irreversible no hubiese ocurrido, como si la Unión Soviética aún existiera. Es lógico que así sea, al haber sido analfabetizados por décadas en universidades y centros de estudio en el pensamiento único del marxismo, adorando a la Revolución Cubana y promocionando el socialismo que por 62 años ha tenido a los cubanos viviendo en la esclavitud y la miseria.

Sartori: muerto el marxismo, sólo queda “la ignorancia armada”

El pasado 10 de julio estallaron las masivas protestas en Cuba contra un régimen totalitario que, según las cuentas de Fidel, cumple 104 años este 2021. A pesar del hambre generalizada, se reclamaba el alimento “libertad”. El régimen respondió en la línea de Fidel: “En períodos de crisis la revolución se defiende con terror y hambre”.

La brutal represión desatada ha sido la de siempre, pero ahora con el agregado de encarcelar/torturar a jóvenes menores de edad y a las chicas amenazarlas con todo tipo de abuso sexual.

Pero, más allá de la represión, se percibe en el régimen comunista un gran vacío de discurso: no existe ningún mensaje en defensa de las conquistas y beneficios que el pueblo cubano deba reconocer o agradecer al socialismo después de 6 décadas. No, nada de eso. En la respuesta de Díaz-Canel no hay ni una pizca de ideología marxista, tan solo: “La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios”. Y luego arma de palos con clavos a sus cederristas para arremeter contra la gente.

Las carencias ideológicas que actualmente observamos en la nomenclatura gobernante de Cuba, las había previsto el viejo y sabio politólogo Sartori en sus “Lecciones de democracia” (2008) donde afirmaba:

“Una izquierda que carece del anclaje del marxismo puede ser una izquierda que nos haga echarlo de menos. Por erróneo que fuese, el marxismo era un instrumental doctrinario de respeto”.

Pero como sabemos el marxismo fue enterrado en la misma urna con el socialismo soviético en 1991, entonces al desaparecer ¿Qué queda?

“Quedamos a merced de una pura y simple ignorancia armada”, es la respuesta de Sartori.

Y a eso se enfrentan hoy los que quieren liberar a Cuba del comunismo.