El “clan Trump” convirtió a Florida en su nueva “Casa Blanca”

El club Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump, en Palm Beach. Foto archivo: REUTERS/Marco Bello

 

Desde que el pasado 20 de enero abandonaron Washington horas antes de la investidura de Joe Biden, Donald Trump y su esposa, Melania, se han instalado en la elitista comunidad de Palm Beach, una isla al sur de Florida que acoge las residencias de verano de algunos de los hombres más ricos del planeta y donde en los años ochenta el exmandatario compró en este carísimo pedazo de tierra una mansión que transformó en un exclusivo club privado.

Por La Nación





Conocido como Mar-a-Lago, Donald y Melania se han adaptado a la perfección pese a solo llevar tres meses residiendo allí. Cumplen con los hábitos y costumbres de la zona: él pasa sus horas jugando al golf, ella en el spa; y después de la jornada cenan juntos en el jardín de su vivienda junto a su hijo Barron, de 15 años, y donde en ocasiones reciben la compañía de los padres de la que fuera primera dama, también instalados en Florida.

El magnate no ha sido el único del clan que se ha establecido en este estado, feudo de los republicanos que desde 1994 no elige a ningún gobernador demócrata. A principios de este mismo mes se conocía que Donald Jr. ha comprado una casa en Jupiter, muy próxima a la residencia del patriarca, por unos diez millones de dólares. El primogénito del expresidente dejó Nueva York poco después de confirmarse la derrota de su padre en las elecciones presidenciales del pasado noviembre, vendió su casa en los Hamptons, Nueva York, y ahora se ha instalado definitivamente en Florida, en la exclusiva urbanización de Admirals Cove, junto a su actual pareja, Kimberly Guilfoyle.

La casa, de algo más de mil metros cuadrados, fue completamente reformada y consta de seis dormitorios, cinco baños completos y seis toilettes, sala de estar formal, salón familiar, cocina office con asientos de barra, comedor acristalado, gimnasio, sala de juegos con bar, oficina y ascensor. En el exterior, porche, un mirador con vistas al mar, piscina climatizada y parrilla. Ubicada en una finca de media hectárea, la zona ofrece acceso directo al Atlántico, con un elevador de botes y muelle privado. Entre las comodidades de esta urbanización privada, se impone el exclusivo Club de Admirals Cove donde pueden disfrutar de tenis, golf, spa, etc.

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