Editorial El Nacional: Hay hambre

Editorial El Nacional: Hay hambre

El presente editorial tiene como finalidad tratar de poner en su justa dimensión la visita del director del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, David Beasley. No se trata de una cortesía, no viene a saludar a la cúpula del régimen y mucho menos a tomarse una foto para las redes sociales.

“Erradicar el hambre y la desnutrición es uno de los grandes desafíos de nuestra época. Las consecuencias de una alimentación insuficiente o mala no son solo el sufrimiento y un mal estado de salud, sino que también ralentizan el progreso de muchas otras áreas de desarrollo como la educación y el empleo”. Con estas palabras se define el programa en su página web. No hay que agregar más para entender su preocupación por lo que ocurre en el país. Y no, no es culpa de las sanciones, sino de la peor gestión gubernamental que cualquier país haya podido tener en las últimas dos décadas, de la corrupción, de la mala administración, de las expropiaciones… ¿seguimos?

El PMA de las Naciones Unidas nació como algo temporal, para asistir a los afectados por desastres naturales y guerras en varios países, pero ha seguido funcionando desde la segunda mitad del siglo XX hasta ahora. Ha asistido a miles de personas que han enfrentado crisis humanitarias o fueron desplazados de sus hogares o que viven en países muy pobres y no tienen qué comer. No solo reparte alimentos, sino que además diseña la logística para que lleguen a los más recónditos lugares.





Su director se escoge cada cinco años, al igual que el secretario general de la ONU, y su sede está en Roma. Beasley está al frente del programa desde 2017. “Todos los días, el WFP (World Food Programme) y sus asociados trabajan para acercarnos más a un mundo con hambre cero. Con nuestra asistencia humanitaria alimentaria proveemos comida nutritiva a aquellos con necesidades urgentes”. Entonces, la conclusión es clara: visita Venezuela porque aquí 4 de cada 5 venezolanos no tiene qué comer, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida que hacen eficientemente las universidades del país. Así que los anuncios del usurpador de Miraflores nada tienen que ver con la pompa y el boato de un acuerdo bilateral. La ONU y sus oficinas saben de la crisis humanitaria que afecta a la población y quieren ayudar.

De acuerdo con lo que se afirma en Internet, el Programa Mundial de Alimentos funciona exclusivamente con donaciones de dinero y alimentos. Ojalá que entiendan que hace falta que sus funcionarios ayuden a diseñar la logística de repartición de estas ayudas, porque si lo dejan en manos del régimen no se verá nada de ellas. Y que dejen de estar haciendo el show con esta visita, porque el hambre que hay en Venezuela es responsabilidad de ellos.