Un sospechoso de triple asesinato ha admitido que “mató a una vecina, le cortó el corazón y luego lo cocinó en casa para alimentar a su familia”.
Lawrence Paul Anderson de 42 años, está acusado de matar a su vecina de 41 años, Andrea Lynn Blankenship, a su tío Leon Pye de 67 años y a la nieta de Pye, Kaeos Yates de 4 años.
Por Metro
Traducción libre de lapatilla.com
Anderson de Chickasha, Oklahoma, puede enfrentar la pena de muerte por los crímenes desgarradores, según la Oficina de Investigaciones del Estado de Oklahoma (OSBI).
Su presunta ola de asesinatos ocurrió solo un mes después de que fue liberado de prisión 16 años antes. Anderson fue sentenciado en 2017 a cumplir 20 años tras las rejas por cargos de drogas y armas de fuego, pero fue liberado después de que el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, conmutara su tiempo.
Anderson salió libre en enero y se estaba quedando con su tío, León, a quien ahora se le acusa de asesinar brutalmente el 9 de febrero, junto con sus otras dos víctimas.
Anderson primero mató a su vecina, Blankenship, le cortó el corazón y “se llevó el corazón a 214 West Minnesota, Chickasha. Cocinó el corazón con patatas para alimentar a su familia y liberar a los demonios”, según un fiscal de la OSBI en una declaración al juez.
La policía de Chickasha fue alertada sobre un incidente en 214 W Minnesota por una llamada al 911 de una mujer pidiendo ayuda, informa el Oklahoman .
Un oficial entró por la fuerza en la casa después de escuchar a una mujer gritar. En el interior encontraron a Leon Pye ya muerto y su nieta, Kaeos Yates, herida, quien “fue declarada muerta en la ambulancia en la escena”, un agente de OSBI escribió una solicitud de orden de registro.
Delsie Pye, tía de Anderson y esposa de Leon Pye, sufrió heridas de arma blanca en ambos ojos, agregó la OSBI.
Anderson fue arrestado dentro de la casa de Pye y los oficiales de policía “observaron a Anderson vomitando en la sala de estar contra algunas almohadas”, señalarón las autoridades.
La tercera muerte, Blankenship, se descubrió el 11 de febrero después de que la OSBI entrevistó a Anderson en un hospital de la ciudad de Oklahoma, donde estaba siendo tratado por lesiones.
Confesó a la policía haber ido a la casa de Blanenship, “usó su hombro para llamar a la puerta trasera. Anderson advirtió que mató a la residente y le cortó el corazón”, declaró el agente al juez.
En la solicitud de una orden de registro a un juez relevó que los agentes querían recolectar “ollas, sartenes y cualquier utensilio para cocinar” de la residencia Pye como evidencia.
“Espero que sea condenado a muerte. Espero que pase el resto de su vida pensando en ello hasta que le quiten la vida, al igual que le quitó la vida a esas personas”, declaró Haylee Blankenship, la hija de 18 años de Andrea, que fue asesinada a principios de febrero.
Blankenship se pronunció horas después de que se presentaran cargos contra el hombre que presuntamente asesinó a su madre.
“Es terrible y todavía estoy en estado de shock y toda mi familia lo está”, dijo. “Son cosas que ves todo el tiempo en la televisión y nunca piensas que va a suceder o que no te afecta”.
El fiscal planea acusar a Anderson y ha dicho que la pena de muerte “está sobre la mesa”, según el fiscal de distrito del condado de Grady, Jason Hicks.
Anderson, un delincuente reincidente fue sentenciado por primera vez a prisión en 2006 por cuatro años por atacar a su novia, apuntarle con un arma y poseer crack con la intención de distribuirla, según muestran los registros.
Salió en menos de dos años.
Volvió a la cárcel en 2012 para cumplir una condena de 15 años por vender crack cerca de una escuela primaria en Chickasha. El juez también le ordenó pasar 20 años en libertad condicional después de su liberación.
Anderson fue liberado después de solo cinco años y cuatro meses.
Se encontró nuevamente en prisión en diciembre de 2017 con una sentencia de 20 años cuando un juez revocó su libertad condicional por completo y lo sentenció por nuevos delitos.
Pero fue liberado después de solo tres años luego de una decisión del gobernador de conmutar la sentencia a nueve años por recomendación de la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Oklahoma.
Anderson se encuentra actualmente detenido en la cárcel del condado de Grady antes de su sentencia.