Un taller de fabricación de consoladores crea polémica entre los ceramistas de Nueva Zelanda

Un taller de fabricación de consoladores crea polémica entre los ceramistas de Nueva Zelanda

(Foto: Edgar Durán)

 

El sofisticado mundo de la cerámica en Nueva Zelanda se vio envuelto en la polémica tras la propuesta de organizar un taller de fabricación de consoladores.

Nicole Gaston, la presidenta de la Asociación de Alfareros de Wellington, propuso organizar el taller junto a Iza Lozano, una artista mexicana.





Según Gaston, los juguetes sexuales de arcilla tienen varias ventajas en comparación con los de látex porque se pueden calentar y esterilizar fácilmente y no contienen ninguna sustancia química para el cuerpo.

“Algunas de las obras de cerámica más antiguas que se han encontrado son falos”, dice la ceramista, para quien “la gente ha estado haciendo esto durante miles de años”.

Pero su propuesta fue recibida con hostilidad y esta funcionaria de 41 años se vio obligada a renunciar a la presidencia, voluntaria, de la Asociación de Alfareros de Wellington.

“Algunos miembros del comité dijeron que era innecesariamente provocativo, otros que no era apropiado”, dijo.

“Hubo una respuesta muy reaccionaria, escandalizada, diciendo “¿Cómo podemos hablar de sexo? Deberíamos avergonzarnos de ello'”, añadió.

Según Gaston, muchos hombres consideran castrante la idea de que las mujeres hagan consoladores y decidió renunciar al taller cuando comenzó a recibir ataques personales.

“No es que hubiéramos obligado a nadie a participar en el taller”, dijo. “Si no estás interesado, quédate en casa”.

También dijo haber recibido ataques en internet. “Vi en Reddit que alguien me llamó loca y pensé ‘puedo ser un poco franca, pero no creo que esté loca'”.

En 2018 la ceramista obtuvo un premio por un trabajo titulado “Vagina Teapot” (“Tetera Vagina”).

Gaston dijo estar sorprendida por la polémica sobre su taller y dijo que lo veía como un proyecto de empoderamiento positivo sobre el sexo.

Algunos miembros de la asociación sí la apoyaron, como Vivian Rodríguez, que reconoció que el taller pondría a prueba las ideas morales de algunas personas.

“Proporcionará una vía excelente para quienes deseen explorar diferentes tipos de expresión creativa, identidad de género y empoderamiento sexual a través del arte”, escribió en una carta al comité de la asociación. AFP