El tema electoral da para mucho pensamiento en estos momentos en Venezuela. Ni hablar de las supuestas “elecciones” para “diputados” a la “Asamblea Nacional”, toda una farsa, con farsantes amaestrados, con dinero, libreto, protagonistas, actores de “reparto”, apuntadores, y hasta música del CNE cautivo. Una cómica nacional e internacional.
Las universidades no escapan de esas malas mañas exaltadas por el régimen ya indescriptible de Nicolás Maduro. La Universidad del Zulia, donde tengo no pocos amigos muy queridos y respetados hace añacatales, atraviesa un grave momento derivado de las más recientes dizque elecciones estudiantiles. Un maremágnum inconcebible y también incomprensible por la cantidad de irregularidades explotadas en todo el proceso que lleva más de un año de embrollo. El régimen con sus vándalos de oficio metió ruido desde el primer momento de la ruda elección de estudiantes a los diversos cargos. Así, he venido sabiendo por medio de diversos interlocutores, de golpes y robos de cajas de votos, de amenazas, de desplazamientos.Todo esto en una universidad en la que también impuso la tiranía una autoridad rechazada por la comunidad, un innombrable.
Ahora, a días de haberse conmemorado la singular gesta estudiantil de 1957, inmortalizada en el Día del estudiante, los alumnos de LUZ carecen de ella no sólo por lo escasa que resulta la electricidad en Maracaibo y todo el Zulia, sino porque la supuesta (no sabemos si inexistente) comisión electoral no da respuestas y las que da son confusas y erróneas, repito, un año después. Alteraron datos, no dan resultados creíbles ni increíbles. No hay actas de totalización, no hay cronograma ni cómo impugnar. En la sede de Punto Fijo no se ha despejado, por ejemplo, ninguna incógnita. Un barullo que sólo cabe interpretar en la conveniencia rarificadora del despotismo vil.
Antes de que me llamen entrepito. Como bien cabría, como si no tuviera de qué ocuparme en la USB con sus inmensas problemáticas, señalo que el problema institucional de una universidad repercute indudablemente en todo el sistema educativo venezolano y todos tenemos que ver con todo. Afecta a la universidad y afecta al país nacional. Así como se quiso entrometer el régimen directamente en Carabobo, en la UCV y en todas las elecciones de estudiantes, quiere hacerlo en todos los procesos universitarias nacionales. A sabiendas de que nada tiene que buscar en comicios transparentes, democráticos y limpios. Así, las elecciones estudiantiles de LUZ nos involucran a todos los universitarios del país. Por los derechos humanos a la opinión, a la información. Y, por sobre todo, a la Autonomía Universitaria que a todos nos compete.
Mi llamado es a la rectora Aular, al digno Consejo Universitario de LUZ, a sus profesores y estudiantes, a los universitarios del país con algún ascendente en esa ilustre casa de estudios, a buscar, a incidir en poner algún orden en ese caos que son las elecciones más recientes de estudiantes en el Zulia. El ejemplo universitario trasciende los espacios físicos y simbólicos de la universidad. No permitamos el desdén institucional que derive en una mayor disolución del Estado. El debate entre orden y caos no tiene sentido para los estudiosos. Debe prevalecer siempre el orden. La atención al ordenamiento, la respuesta clara a los requerimientos inteligentes. Mi saludo respetuoso, el más cordial, a los dignos compañeros universitarios del estado Zulia. Se precisa una solución tanto inmediata como satisfactoria para esta escandalosa situación trascendente.