Intervención electoral internacional, por Luis Florido

Intervención electoral internacional, por Luis Florido

 

La gira del presidente Juan Guaidó no sólo sirvió para consolidar su liderazgo internacional sino para dejar la idea clara de que nuestro objetivo como nación es lograr unas elecciones libres, transparente, competitivas, sin la intervención del régimen, sin la coacción y sin la persecución a la que nos tiene acostumbrado.





Por Luis Florido

Algunos piensan que hacer concesiones en el tema electoral no es viable con un régimen que persigue, que puede cambiar los resultados electorales, tienen razón.

Otros piensan que hay que conquistar la democracia utilizando para ello el voto, así lo hizo Bolivia, así lo hizo Chile, así lo hizo Polonia, tienen razón.
Es por ello, que ante dos disímiles visiones se impone la que puede lograr que la mayor cantidad de venezolanos abracemos el voto como instrumento verdadero de cambio que sería una intervención internacional electoral. Es decir, la participación de la comunidad internacional en forma activa en el proceso electoral venezolano. La idea es intervenir el proceso de elección coordinarlo, conducirlo, independientemente de que nombremos un Consejo Nacional Electoral. Estar en la obligación de garantizarle a los electores que el voto sea exacto a la intención del elector, un elector – un voto.

El régimen no convence, sobre todo porque practica la misma técnica, desacreditar el diálogo como instrumento de resolución de conflictos, desacreditar la negociación como concreción de acuerdos y su ejecución, ergo Dominicana, ergo Noruega. Es por ello que la democracia venezolana requiere de una intervención internacional, pero para lograr elecciones libres y justas solo con la OEA, la Unión Europea, la ONU y países con intereses en la resolución de la crisis venezolana o más bien de la tragedia venezolana, podremos resolver lo que hoy es un derecho y una aspiración de todos.

Unas elecciones presidenciales y parlamentarias dirigidas por la comunidad internacional serán garantía de transparencia de administración electoral, lo que le garantizará a los venezolanos un proceso electoral confiable. En un caso como este el CNE quedaría a cargo de los aspectos técnicos de la elección.

No podemos cerrarle la puerta al cambio, hay que abrirlo de alguna manera, hay que luchar por él, es nuestro derecho.

Dios proteja a Venezuela ¡Vamos pa’lante!

Luis Florido