Sobreviviente de Sidor: Hay días que en mi casa probamos agua solamente, a veces ni tenemos sal

Sobreviviente de Sidor: Hay días que en mi casa probamos agua solamente, a veces ni tenemos sal

La vida de un jubilado o pensionado de una empresa básica de Guayana está muy lejos de los beneficios de otrora. Hoy es un espejo más de la crisis humanitaria compleja del país y la desidia del régimen de Nicolás Maduro. No son solo las pensiones paupérrimas. Ahora les quitaron el beneficio del seguro médico y son renegados de una caja de alimentos, la de los CLAP (comités locales de abastecimiento y producción), que aunque no resuelve el problema les ayuda a paliar la falta de ingesta.

Por Jhoalys Siverio / correodelcaroni.com





Militza Ambar es sobreviviente de un jubilado de Sidor. Con la pensión que recibe apenas logra comprar algo se comida. Otras veces recibe la ayuda de sus hijas fuera de Venezuela, pero acota: “no todo el que se va está muy bien por allá también”.

Militza estuvo este miércoles 22 de enero en una asamblea de jubilados y pensionados de las empresas básicas, en el Centro Empresarial Alta Vista, en Puerto Ordaz, juntos con otros colegas reclamando lo que les corresponde por años de servicio y vida al emporio industrial de Guayana. El día anterior, Militza pasó todo el día sin ingerir alimento, solo bebió agua. No es la primera vez que le toca.

“Para alimentación, si tenemos comemos, si no, no. Hay días que pasamos en mi casa y probamos agua solamente, a veces no tenemos ni sal. Anoche me puse mal, y vine para acá por eso, se me subió la tensión, estaba con vómitos, ¿por qué?, porque en el día no pasé ni una gota de alimento”, lamentó Ambar.

Años atrás pensó que al llegar a esta edad, con todos los años que trabajó su esposo en Sidor, tendría una vejez digna. Todo lo contrario a lo que vive hoy. “Nos quitaron todo”.

Familias separadas por la crisis

Rubén Rodríguez es arquitecto jubilado de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), con 37 años de labores y nueve desde su jubilación.

“Estoy indignado porque después de haber planificado mi vejez desde mi juventud me encuentro hoy en una situación deplorable. No cuento con un suspiro para que mi mente esté tranquila y ganando lo que merecía después de tanto esfuerzo como fundador y parte de esta Ciudad Guayana y la región, donde laboré desde los 24 años hasta los 60. Ya tengo 69”, protestó.

Ahora vive el desmembramiento familiar: sus hijos fuera del país, sus hermanos en Caracas, y una pensión que no le alcanzó para viajar y despedirse de su madre cuando murió.

“Ahora lo que estoy es encerrado en mi casa, con mi carro dañado, mis hijos fuera del país, desmembramos la familia. No puedo viajar a Caracas a visitar a mis hermanos porque no tengo el efectivo suficiente para que uno pueda ser libre e independiente (…) el día que murió mi madre hace dos años, yo lloraba acá en Guayana porque no conseguía ni el efectivo ni el pasaje para irme a dar la despedida, y me esperaron hasta el último momento para que yo llegara y dar el último adiós. No es justo eso”, relató.

Sus prestaciones y ahorros también se esfumaron con la reconversión monetaria y la hiperinflación.

“Yo dejé de tocar mis prestaciones durante todo mi trayecto de carrera, pensando en mi vejez, y resulta que los 300 millones que tenía ahorrado para el momento en que salí de la jubilación, ya eran 300 mil bolívares nada más por todos los ceros que le quitaron a la moneda, y no me alcanzó ni siquiera para remodelar un baño de mi casa”, añadió Rodríguez.

Sin derecho a sepultura

Hugo Medina, presidente de la Federación de Asociaciones de Jubilados y Pensionados del estado Bolívar, denunció: “Ya ni siquiera tenemos el derecho a una cristiana sepultura. Hace tres o cuatro días llegaron 300 urnas a la CVG, para que cualquier familiar solicite el servicio, pero te entregarán la urna y tú ves dónde entierras a tu muerto. Y si fallece el viernes, debes esperar hasta el lunes para que te autoricen ese servicio. De paso que un servicio funerario está por el orden de los 45 millones de bolívares. ¿Qué jubilado va a tener esa cantidad de dinero? Además, el cementerio, o el terreno para enterrar al jubilado que feneció, pertenece a la CVG, entonces, ¿qué es lo que está pasando?”.

Jubilados y pensionados llevarán hasta la OIT sus reclamos por la vulneración del derecho a la salud, la alimentación y la vida

Dijo que estarán en tribunales consignando una solicitud de copia certificada del expediente de la federación, por el recurso de amparo introducido el año pasado y que fue declarado inadmisible.

“Solicitamos dos copias, porque una copia irá al TSJ y otra a la OIT donde estamos seguros que recibiremos respuesta”, destacó.

Hasta diciembre de 2019, la federación registraba 14.786 jubilados. Medina detalló varios han fallecido, principalmente por no recibir el tratamiento para sus enfermedades. Dijo que el mes pasado murieron 16 de la CVG y 22 de Venalum.