Cristian Silva Potellá: ¿En manos de quién estamos?

Cristian Silva Potellá: ¿En manos de quién estamos?

 

En el estado Sucre y en pleno desarrollo, tres episodios tienen asombrados la opinión pública nacional, siendo el primero, el naufragio de dos botes peñeros transportistas de emigrantes ilegales desde la población de Güiria hasta las Islas de Trinidad-Tobago.





Este es el caso emblemático donde más de 40 venezolanos han desaparecido y en torno al cual se tejen varias hipótesis. La primera, es el hundimiento de los botes originado por exceso de peso y el mar picado en el estrecho conocido como “Las Bocas del Dragón”, ubicado entre el promontorio de la península de Paria y las costas de Trinidad.

La segunda versión, es la existencia de una organización de trata de blancas que recluta mujeres venezolanas para utilizarlas como esclavas sexuales en la vecina isla caribeña, aprovechándose de la difícil situación económica del país, predominantemente la carestía de alimentos y medicinas.

La otra circunstancia, es la supuesta existencia de una banda internacional de órganos humanos que no deja rastro de sus víctimas.

Todo son rumores, suposiciones, hipótesis infundadas o no, pero con el silencio cómplice de las autoridades venezolanas, quienes no se han dignado a emitir un comunicado oficial. Al contrario, se han enmudecido ante la crueldad de las aguas que han tragado sin misericordia la humanidad de tantos hermanos y hermanas venezolanos.

El otro episodio se refiere a la existencia de bandas delincuenciales que “operan a sus anchas” y con toda la comodidad del mundo en localidades del municipio Valdez con jurisdicción de Güiria. En las poblaciones de El Hoyo, Santa Rosa, Río Bautista, Yoco, La Sabana, Guaraguarita, La Salina, Río Salado, los grupos delictivos poseen potentes armas de guerra y se pasean libremente ante los asustadizos pobladores, realizando ráfagas con sus potentes ametralladoras a cualquier hora del día o de la noche.

A pesar de la presencia permanente de la Guardia Nacional “Bolivariana” en prefecturas de los mencionados lugares, así como en alcabalas fijas y móviles, donde está presente el referido cuerpo de seguridad ciudadana.

De la misma forma, como aparecieron los balseros de Güiria, está emergiendo la diáspora de los desplazados de la península de Paria por la presencia de estos grupos armados que actúan impunemente, imponiendo sus propias reglas; como exigir obligatorias vacunas semanales en especie de “cacao en almendra o en grano a los escasos agricultores”. O en su defecto, dinero en efectivo.

La tercera noticia, la representa la toma del edificio de El Rectorado, el desvalijamiento de instalaciones junto al incendio del auditorio de la Universidad de Oriente en Cumaná.

El gobierno quiere eliminar universidades autónomas para adaptarlas al proyecto socialista de formar ciudadanos pasivos, esclavos, conformistas. A esto se añade una fotografía de la rectora de la UDO al lado del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.

¡Oh, no! tampoco me quieren en el estado Sucre, dijo Nicolás. La catedrática cumanesa es ferviente defensora del estado de derecho, la democracia; y por tal razón intentan desprestigiarla.