Oscar Arnal: Revocar al usurpador ya

Oscar Arnal: Revocar al usurpador ya

El encuentro en Noruega entre el desgobierno y la alternativa democrática debe centrarse en la realización del referéndum revocatorio, que no se efectuó. A pesar de que la oposición para ese momento había recogido las firmas respectivas, de manera inconstitucional, se evitó un proceso, que hasta el finado Chávez cuando le tocó llevó a cabo. Sin embargo, el hoy usurpador le tuvo tanto miedo que lo evadió por medios ilícitos. La solución de realizarlo sería entonces electoral y pacífica y pondría en manos del soberano la salida al conflicto y a la crisis que destruye Venezuela.

Por otra parte, 90 años cumplió el 15 de febrero Doña Bárbara, obra cumbre de Don Rómulo Gallegos. Sus moralejas más vigentes que nunca. La civilización encarnada en Santos Luzardo enfrentada a la barbarie. En un diálogo memorable con Mujiquita le recuerda palabras más, palabras menos, que de qué valen tantos estudios y doctorados para terminar cuando más, siendo secretario de un generalote. En la Venezuela de 1929 domina el derecho de la fuerza sobre la fuerza del derecho, tal y como nos sucede hoy. El general Gómez en 1908 ante la ausencia de Castro, aprovechó el vacío, para nunca dejarlo volver.





Gallegos en 1948 sufrió en carne propia la traición de la oficialidad, del “hombre de presa” como lo llamó. No pudo imaginar que su buen amigo y ministro de la defensa Delgado Chalbaud, se prestara para la revuelta, la cual terminó encabezando. De alguna manera le tocó a Chalbaud después, pagar con su vida lo que había hecho.

Gallegos a pesar de ser un gigante de la literatura, el primer venezolano electo a través del voto universal, directo y secreto en el siglo XX, y ser cofundador del partido más importante de la época, fue derrocado con tan solo 8 meses y 8 días de gestión en 1948. Los mismos militares que 4 años antes habían prescindido de Medina Angarita, obligaron al intelectual a dejar el poder. Diez años más tarde, le tocó el turno a Pérez Jiménez, quien prefirió cuando sintió que el “caldo estaba morado” salir en “la vaca sagrada”.

Una de las proezas de la “República civil” con los gobiernos de los presidentes Betancourt, Leoni, Caldera, Pérez, Herrera y Lusinchi fue haber mantenido durante 40 años a los hombres de armas en sus cuarteles. A pesar de los intentos infructuosos de felonía. Fueron tiempos inéditos en la vida nacional. Por primera vez: cada 5 años el pueblo decidió su destino y hubo alternancia; la oposición en manos de Caldera recibió el poder que dejó un partido gobernante como lo hizo Acción Democrática; se construyeron más de 20 universidades y más de mil unidades escolares; la industria petrolera nacional estuvo entre las 5 primeras del globo; un país pujante que no dejó de crecer económicamente hasta que llegó de nuevo la barbarie. Y así recordamos a Gallegos, que advirtió y sufrió de un mal todavía por desterrar “donde una raza buena ama, sufre y espera”.

@OscarArnal