¿Los largos apagones son la nueva normalidad?, se preguntan los venezolanos

¿Los largos apagones son la nueva normalidad?, se preguntan los venezolanos

Un hombre camina por el pasillo de un edificio durante un apagón en Caracas, Venezuela, 26 de marzo, 2019. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

 

Los dos apagones que en menos de un mes han afectado a Venezuela despiertan temores en muchas personas de que los cortes sean cada vez más largos y frecuentes, incluso para quienes están acostumbrados a ellos, como Gustavo Mercado.

Un abogado en la ciudad industrial de Valencia, a dos horas de la capital Caracas, Mercado lleva años sufriendo los frecuentes cortes de luz que desde hace semanas han comenzado a dejar a oscuras a los capitalinos.

“Esta tragedia que está viviendo Venezuela comenzó hace años en el interior del país y no se veía afectada Caracas. Pero hoy llegó a la capital”, dijo Mercado, de 42 años, preocupado que las próximas fallas eléctricas duren más tiempo. “La crisis se uniformó en el país”.

En su ciudad, la luz aún no llegaba más de 24 horas después de que se cortara el servicio en más de la mitad de los estados de esa nación petrolera. El anterior apagón nacional del 7 de marzo se prolongó por cinco días.

Venezuela tiene las mayores reservas petroleras del mundo y un inmenso potencial hidroeléctrico, pero enfrenta una crisis eléctrica desde hace varios años debido en gran parte a la falta de mantenimiento de la infraestructura, según especialistas. La recesión económica y la hiperinflación agravaron el problema.

Las autoridades dicen que las interrupciones se deben a actos de “sabotaje” de la oposición política, que busca que el presidNicolás Maduro abandone el poder.

En cualquiera de los casos, los cortes no habían llegado a la capital hasta hace unas semanas, haciendo que el problema gane notoriedad en las noticias fuera del país y sembrando la sensación entre los venezolanos de que la situación empeora.

“Ojalá que con los apagones en Caracas se pueda hacer algo, todo el mundo reaccione”, dijo María Meléndez, una costurera en Punto Fijo, una ciudad costera al oeste del país, que ha tenido que reemplazar electrodomésticos dañados en apagones previos. “Decían Caracas es Caracas, y lo demás monte y culebra. Ahora también Caracas será monte y culebra si seguimos así”, agregó.

Guri en jaque

Desde el gobierno, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo que la falla que afectaba al país la causó un incendio intencional en un patio de la central hidroeléctrica Guri, que aporta la mayor cantidad de energía al país.

Expertos advierten que tras los últimos cortes, el sistema eléctrico está aún más débil.

“La nueva normalidad eléctrica es de mayor vulnerabilidad y de menor confiabilidad”, dijo Miguel Lara, ingeniero eléctrico y expresidente de una oficina estatal responsable de la operación del sistema eléctrico.

Cada interrupción del servicio eléctrico implicará una respuesta más lenta, según los especialistas, de manera que los venezolanos tendrán que esperar más horas para recuperar el servicio que, cuando se suspende, afecta también el suministro de agua, la telefonía y el transporte subterráneo.

El mayor riesgo para el sistema lo representan los intentos de reconectar la electricidad en Caracas, según los expertos.

“Se sobreexige al Guri para que Caracas tenga luz como sea, porque las termoeléctricas no operan a toda su capacidad”, dijo José Aguilar, otro ingeniero eléctrico.

Unas de las zonas que sufre más por la falta de energía es Zulia, uno de los principales estados petroleros. En su capital, Maracaibo, más de 500 comercios fueron saqueados durante el apagón de principios de mes.

“Me alegra que también en Caracas estén sin luz, porque el gobierno tenía como en la gloria a los caraqueños. Ahora que sepan lo que es bueno”, dijo Manyenis Mendoza de 40 años, asustada por el recrudecimiento de la crisis eléctrica.

“Tengo pánico y no hay agua”, dijo la ama de casa cuando caminaba en busca de comida en Maracaibo. “Esto se salió de control”. | Por Tibisay Romero y Mariela Nava / Reuters.

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