La ONU cree que el regreso de los migrantes venezolanos va a tardar mucho

La ONU cree que el regreso de los migrantes venezolanos va a tardar mucho

Una venezolana y su bebé se ponen en fila mientras esperan un almuerzo gratis en el refugio de inmigrantes “Divina Providencia” en las afueras de Cúcuta, en la frontera colombiano-venezolana, el 20 de febrero de 2019. REUTERS / Edgard Garrido

 

 

La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) creen que la vuelta de los venezolanos que han salido de su país, que cifran en 3,4 millones, “va a tardar mucho” en llegar, y depende de una “solución política interna”.





En una rueda de prensa en Buenos Aires, el representante especial de la OIM y Acnur para los refugiados y migrantes venezolanos, Eduardo Stein, afirmó que, aunque por su papel no deben intervenir, les es “absolutamente esencial” mantenerse “alerta” a la evolución de la agenda política, porque de una “situación política interna en Venezuela depende en el mediano y largo plazo detener el fenómeno”.

El político guatemalteco también dijo que para ambas agencias “es muy claro” que, aún tras una solución en el país caribeño en un relativo corto plazo, el retorno de los millones de emigrados “va a tardar mucho”.

“No van a retornar todos los que salieron, ni aquellos que quieran retornar lo van a hacer con la misma velocidad con la que se vieron forzados a salir”, señaló.

Stein explicó que trabajan con cuatro escenarios posibles en Venezuela, los dos primeros un entendimiento político y un impase, la situación actual, sin “una vía clara de solución por ningún lado, y es prácticamente imposible fertilizar una negociación”, lo que supone “no solo un desgaste de ambas posiciones, sino sobre todo un agravamiento de las condiciones de la población.”

Pero también contemplan una “implosión violenta” que despierte “brotes germinales de una guerra civil”, o una “aventura militar externa”.

A continuación, Stein opinó que un empeoramiento de la crisis política “puede agravar la presión para que nuevamente se incrementen los flujos de población hacia fuera”.

La OIM y ACNUR publicaron la semana pasada un estudio en el que cifraron en 3,4 millones los venezolanos que han abandonado su país, de los que 2,7 millones se encuentran en otras naciones latinoamericanas; y la salida diaria de unas 5.000 personas, por lo que proyectan que la cifra de migrantes alcance los 5,3 millones a finales de este año.

Para hacer frente a este problema, pidieron el pasado diciembre 738 millones, una cantidad a la que “poco a poco se esta llegando”, según Stein.

Stein declaró que “una de las dificultades políticas más importantes” que se está enfrentando es que el Gobierno venezolano “reconozca que existe un grave problema de escasez de medicinas y alimentos”, y que desde las agencias de la ONU tienen la “esperanza” de que se permita ingresar ayuda humanitaria, que “no tiene que ser rechazada de manera tan categórica”.

También relató que “se han abierto conversaciones informales en los últimos días para ver si en efecto ayudas externas pueden ingresar y puedan ser distribuidas sin que medie un condicionamiento político”.

Stein se reunirá este viernes con autoridades migratorias de Argentina para tratar el asunto venezolano, y especialmente de cara al próximo encuentro que tendrá lugar en Quito el 8 y 9 de abril con los países de la región, y de la que pronosticó que saldrán “decisiones muy concretas”.

De acuerdo a los datos de ACNUR y la OIM, Colombia es el principal país de acogida, con 1,1 millones de inmigrantes y refugiados, seguido de Perú (506.000), Chile (288.000), Ecuador (221.000), Argentina (130.000) y Brasil (96.000).

Stein aseveró que la mayoría de venezolanos viajan con sus documentos vencidos o sin ellos, por lo que, según afirmó, los Gobiernos latinoamericanos están evaluando emitir un documento de identidad temporal válido para toda la región.

El guatemalteco calificó el éxodo venezolano como “el desplazamiento humano más grande de la historia en el hemisferio”, y valoró la “generosidad y solidaridad” de los países de la región, un “ejemplo muy admirado”, pero añadió: “Nos encontramos ante presupuestos exhaustos, capacidad institucionales sobrecargadas y sobrepasadas y están necesitando apoyos externos adicionales”.

 

EFE