Tachirenses angustiados ante millonario costo de los juguetes

Tachirenses angustiados ante millonario costo de los juguetes

A Los Vengadores, que vienen individuales, les cambiaron la presentación para ahorrarse el papel en la estructura de costos. “Ahora se comercializa en bolsa plástica, más económico”, dijo la vendedora. (Foto/Jorge Castellanos)
A Los Vengadores, que vienen individuales, les cambiaron la presentación para ahorrarse el papel en la estructura de costos. “Ahora se comercializa en bolsa plástica, más económico”, dijo la vendedora. (Foto/Jorge Castellanos)

 

Con su cara sonriente y radiante, viendo qué juguetes le traerá el Niño Jesús, Javier, de 5 años, observa maravillado la vitrina. Detrás de él se encuentra su madre, quien, a diferencia del pequeño, se sorprende, no por la cantidad de juguetes, sino por sus precios. “Una pista sencilla cuesta lanacionweb.com

Por Mariana Contreras

Al igual que esa madre, miles de tachirenses tratan de buscar alternativas para mantener vigente la tradición de Nochebuena, la noche más esperada y anhelada durante el año por los más chicos: El nacimiento del Niño Dios o la llegada de Santa (San Nicolás). Sin embargo, al igual que en otros rubros, el alto costo de la vida y la inflación que atraviesa el país hacen mella en la adquisición de regalos para esta Navidad.

“Es un lujo obsequiar un juguete, están impagables. Una muñeca sencilla cuesta 300.000 bolívares, pero si es original supera el millón; al igual que Los Vengadores. Una bicicleta asciende a 2 millones de bolívares. Dígame cómo hace una persona asalariada para comprar siquiera un juguete, es imposible. Ni las utilidades alcanzan para eso”, comentó desconcertada Gabriela Pernía.

En efecto, se requieren por lo menos dos salarios mínimos (actualmente se ubica en Bs. 177.507) para comprar un solo juguete. De manera que los padres que tienen más de un hijo requieren mucho más que su ingreso mensual para mantener viva la ilusión de sus pequeños en un país donde la prioridad es comprar alimentos.

—Ni para los hijos, ni para los nietos; la plata no alcanza para nada este año. Y aunque uno sabe que esa es la felicidad de los niños, la entrega de regalos, este año la Navidad en Venezuela tendrá otro matiz, el de la carestía. No habrá ni pan de jamón, ni hallacas, ni juguetes, solo el compartir en familia. En casa estamos ideando aunque sea regalar dulces, que tampoco están baratos pero son más accesibles al bolsillo -señaló Andrea Lara-.

Aumentaron más de 1.000 %

De acuerdo con los comerciantes, el incremento en los juguetes supera más de 1000 %, en comparación con la temporada del año pasado. Un Lego Ninjago, que no pasaba de 35.000 bolívares la caja pequeña y de 250.000 la grande, con más de 500 piezas, hoy se consigue en 234.000 bolívares, la caja de menos de 100 piezas, y la grande supera los 1.300.000 bolívares.

Igualmente ocurre con los Avengers, que por caro, en el 2016, se vendieron a Bs. 40.000, hoy esos mismos muñecos, e incluso de menor calidad, ascienden en costo a Bs. 250.000. Situación similar ocurre con los obsequios para las niñas, cuyas muñecas sencillas no pasaban de 50.000 bolívares, pero este año la más simple se consigue desde Bs. 300.000. Y ni hablar de los juguetes plásticos (utensilios de cocina, medicina, herramientas, etc.), que no costaban ni Bs. 30.000 y hoy superan los Bs. 150.000.

—Somos conscientes que con los precios actuales del mercado, para cualquier persona asalariada, gastar sus aguinaldos en un juguete es difícil. Los precios son exorbitantes, porque se compra con dolor paralelo, no hay dólar preferencial para las empresas, y por eso todo se encarece. Además de la página DólarToday, que nos perjudica a todos, ya que todos los días los proveedores nos dan lista de precios diferentes -manifestó el propietario de una reconocida tienda de juguetes en el centro-.

Agregó que al ser el último eslabón de la cadena, quienes venden en bolívares y no en dólares, como compran, sienten la presión y la angustia de los padres que no tienen la posibilidad de comprar un juguete. “Los padres se debaten entre comprar comida, estrenos, zapatos o juguetes. Y uno siente el dolor y la impotencia de esos padres”.

Consejo: Comprar de una vez

No obstante, algunas jugueterías, pese a la situación país, optaron por emplear el “sistema de apartado”, aunque fuera por pocos días, y no a un mes, como se estilaba antes, como una forma de ayudar a los padres y mantenerles el precio inicial del juguete.

—La persona que deja de comprar hoy, debe estar consciente que para mañana o pasado está mucho más caro, si es que encuentra el producto. La recomendación a los clientes es que compren los juguetes de una vez, nosotros les permitimos apartar, así sea por pocos días, para que tengan oportunidad de adquirir un juguete para sus niños -expresó César Fernández, encargado de una juguetería en Barrio Obrero-.

Asimismo, algunas tiendas les aconsejan a los padres inclinarse por los juegos tradicionales, retomar nuestras tradiciones.

—Hay alternativas, como los juegos de madera, las muñecas de trapo tendrán que volver de moda, es decir, volver a los tiempos de antes, a la cultura y tradición de cada región, porque todo lo que es plástico, polímero y polietileno, se elevó mucho de precio. Antes eran accesibles, ahora no. Un carrito de plástico vale 80.000 bolívares -dijo el vendedor de otra tienda en el casco central-.

También añadió que la falta de materia prima para elaborar los bebés queridos (plástico, polietileno) llevó a un aumento exponencial del producto, e incluso a que algunas empresas se quedaran con los pedidos hechos. “A nosotros, lo poco que nos llegó se vendió. Nosotros tuvimos la muñeca Bebé Querido y se vendió en 295 mil, un precio muy accesible, si lo comparamos con otras muñecas que pasan del millón de bolívares”.

Los comerciantes coincidieron en apuntar que, a pesar de todo, no pueden decir que la temporada está mal, porque todo lo que se coloca en exhibición se vende. “Lo que sí está mal es la reposición de los inventarios, debido a la inflación diaria que consume a todos los venezolanos. Yo vendo seis productos, y a duras penas me alcanza para comprar uno solo. Esa inflación es la que nos está matando a todos”, dijo Fernández.

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