Nelson A. Pérez: Crisis terminal o constitucionalización de la dictadura

Nelson A. Pérez: Crisis terminal o constitucionalización de la dictadura

Nelson A. Pérez
Nelson A. Pérez

 

Después de las elecciones parlamentarias del año 2015,  El CHAVISMO SIN CHAVÉZ, para mantenerse en el poder, ha ejecutado un proceso de desmantelamiento de la Constitución con el consecuente  resquebrajamiento de las propias estructuras del Estado.

El régimen agazapó su crisis política en tres estructuras del Estado. 1.- El TSJ, nombrando, inconstitucionalmente, a un grupo de Magistrados, chimbos, en las Salas Electoral y Constitucional, a toda prueba, afectos al régimen. 2.- El régimen ratificó, con su, saliente, mayoría parlamentaria a las rectoras del CNE. 3.- El régimen atornillo en puestos claves de mando, dirigidos por el G-2 cubano, a oficiales de la FANB muchos de ellos incursos en delitos de narcotráfico como lo señalan las autoridades de EEUU.  





Para limitar las actuaciones de la AN,  el TSJ crea la figura del desacato y eliminan de un plumazo las actuaciones constitucionales parlamentarias. A la sazón, el régimen estimula un proceso de dialogo, amañado, para ganar tiempo, desconociendo luego los acuerdos alcanzados con la MUD.  

Desde el punto de vista fiscal promueve, el TSJ, las sentencias 155 y 156 que le otorgan al ejecutivo la posibilidad, inconstitucional,  de manejar, a su antojo, el presupuesto de ingresos y gastos de la nación, sin ningún tipo de control, así como crear leyes, de todo tipo,  cuyas competencias le corresponden constitucionalmente a la AN.

El régimen ha venido cerrando toda posibilidad de expresión electoral al pueblo venezolano. Posponen las elecciones de gobernadores, pautadas legalmente para el año 2016, niegan, la posibilidad constitucional del referendo revocatorio, icono del chavismo, a través del manejo vergonzoso de jueces de municipio cuya competencia nada tiene que ver con el referendo.  

No se fija calendario electoral, pero tenemos un presidente que gobierna a través de un permanente estado de emergencia, a su antojo, es decir, tierra arrasada.

Limitan al extremo la propiedad privada y el libre comercio e imponen un modelo económico estetizante expresado en las bolsas CLAP, que tienen como objeto intervenir el libre proceso de producción, distribución y consumo establecido en la constitución, con el fin único de mantener el control social sobre el ciudadano. El carnet de la patria cumple con ese control.  

Desde el punto de vista financiero el Estado está quebrado, no cuentan con reservas internacionales que hagan manejable la paridad cambiaria ni la balanza de pagos de la Nación,  al extremo que han tenido que acudir a los fondos buitres internacionales para mendigan unos cuantos dólares hipotecado, groseramente, el futuro financiero del país ya brutalmente doblegado a los acreedores internacionales.

PDVSA, otrora, industria petrolera ubicada como la tercera más importante del negocio petrolero mundial, ahora depende financieramente del BCV, a través de la emisión de bonos que vienen a engrosar la ya abultada deuda nacional e internacional colocando al país en un abismo financiero, como lo señalan las más importantes calificadoras de riesgo a nivel internacional.  

El flujo de caja de PDVSA está muy comprometido por la venta de petróleo a futuro al gobierno Chino, cuyos ingresos ya los rasparon, y los compromisos politiqueros con Petro Caribe y el régimen cubano.  Desde la toma de posesión de Maduro a la fecha, la caída de la producción petrolera ha mermado en 250.000 barriles diarios, y el abultado presupuesto de gastos del régimen no se sustenta con un precio del petrolero que oscila entre 40 y 50 dólares/barril, por lo que tienen que acudir a la devolución y a la maquinita de hacer billetes, inyectándole más fuego al ya insoportable proceso inflacionario.

Ante este macabro escenario el régimen continúa en el proceso de quiebre de las estructuras del Estado y ahora propone como salida, a la crisis política, la realización de un proceso constituyente abiertamente inconstitucional, violando los artículos: 5, 25, 347 y 348 de la Carta magna, con unas bases comiciales diseñadas para convertir una minoría electoral en una mayoría constituyente.  

Este régimen despótico,  corrupto y narcotraficante, no le queda otra salida, para mantenerse en el poder, que aplicar fascistamente la represión brutal contra el pueblo con el funesto saldo, por ahora, de 68 jóvenes asesinados, con la sucia esperanza de coronar el 30 de julio la Asamblea nacional Constituyente, para desmembrar definitivamente al Estado y darle rango constitucional a la dictadura que ya aplican.

Han surgido dentro de las propias instituciones del Estado personalidades que se oponen al adefesio constituyente: magistrados activos del TSJ que se oponen, militares activos encarcelados por su postura institucional, la Fiscal General de La Republica cuyas actuaciones, por la defensa de hilo constitucional, han sido  y serán negadas por el TSJ.

Dos escenarios darán al traste con el régimen: la lucha incansable del pueblo en la calle en desobediencia civil amparados en el 333 y  350 constitucional, y la presión internacional del mundo que ve en maduro un sátrapa.

Debemos tomas cívicamente los centros electorales e impedir que la dictadura avance.