Venezuela ha vivido en los últimos diez o doce años, el proceso de destrucción de riqueza más agudo de toda su historia contemporánea, pero las explosiones atómicas macroeconómicas que estamos viviendo en contracción e inflación, fueron bombas de tiempo instaladas antes de la llegada de la actual administración, reseña El Impulso.
El pronunciamiento lo hizo el economista José Manuel Puente, profesor titular del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), durante el taller “Venezuela: Diagnóstico e Ideas para su Reconstrucción Económica”, organizado por la Asamblea Nacional en alianza con el IESA, la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) y la Unión Europea (UE).
Explicó que una de las intenciones del IESA y de la Unión Europea con este taller, es aportar algunas herramientas que les permitan en política, generar labor pedagógica y principalmente revertir esta tendencia tan negativa en lo económico.
Exacerbación del modelo rentista
El experto señala cómo en los últimos años se está viviendo en el país, una exacerbación del modelo rentista que se ha implementado en el año 1917, y esto ha generado una economía monoproductora dependiente del commoditty más volátil del mundo, pero el gran motor que arrastró la economía durante muchas décadas ya no tiene este poder, de manera que Venezuela solo tiene una opción: o seguir por el camino que va de un estado fallido, o encender tres, cuatro o cinco motores alternativos, diversificar la economía con mucha fuerza hacia el siglo XXI.
“Es tal vez esta restricción, la gran oportunidad. ¿Qué ocurre? choques petroleros, altos precios del petróleo y un sector petrolero dinámico, que evade decisiones en política económica”, aseguró.
Destaca que es necesario romper con muchos de los mitos que han tratado de crear los hacedores de política económica, sobre la crisis y el colapso que vive Venezuela hoy.
“Uno de los más usuales es que la caída de los precios del petróleo ha sido el origen del desequilibrio macroeconómico que hoy vive Venezuela. Yo no he conseguido evidencia de esta situación, por cuanto el ciclo recesivo de la economía comienza antes de la caída de los precios del petróleo, es la consecuencia del colapso de un modelo, y uno lo puede resumir en cuatro, cinco o seis líneas: controles de cambio, controles de precios, controles de tasa de interés, inamovilidad en el ámbito laboral y las expropiaciones, que generan unas señales negativas a los mercados y alejaron las inversiones nacionales e internacionales”.
Gobierno va en dirección equivocada
Recuerda que en los programas del Gobierno en los últimos 17 años, se nombre a la diversificación de la economía, del incentivo a la producción nacional, del desarrollo del aparato industrial y agroindustrial venezolano, pero lo que muestra la data oficial es que ha ocurrido exactamente lo contrario.
“Nos hemos convertido en una economía de puertos, somos dependientes de las importaciones para medio abastecer a nuestro mercado y básicamente se ha concentrado Venezuela, más que nunca, en la producción y exportación de petróleo. El año 2015 que es el de la última data oficial, el 96% del total de las exportaciones venezolanas son solo petróleo y apenas un 4% corresponde exportaciones no tradicionales, por eso he hablado de la exacerbación del modelo rentista que se inició hace muchos años”, aseguró.
Advierte que los resultados indican que el país va en la dirección totalmente contraria, a lo que plantea el discurso oficial.