Los ERRORES de la MUD por @CarmonaBorjas

Los ERRORES de la MUD por @CarmonaBorjas

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Las opiniones sobre el “diálogo” han sido muchas y distintas. Algunos lo califican de exitoso, mientras que otros la critican, tanto por su origen y desarrollo, como en sus primeros resultados.

En el oficialismo parece tener todo el apoyo, lo quizás no del chavismo. Muchos piensan dentro del sector oficialista que el proceso de diálogo busca sólo favorecer a Maduro para que permanezca en el poder hasta el 2018 y más, independientemente del daño que se causa al chavismo como tendencia política e ideológica. En la oposición también hay posiciones distintas, aunque prevalece no sólo dentro de los partidos de la MUD sino en la oposición en general que va mucho más allá, una postura crítica, sobre todo y con razón en cuanto a los “resultados”.





El diálogo es un ejercicio importante para resolver la crisis, aunque no el único, como lo ha afirmado el poco independiente Samper de Unasur. Nadie se opone al diálogo como mecanismo de solución no excluyente, pero sí al diálogo impuesto, en primer lugar, por una

composición poco aceptable, tanto en lo que respecta a los acompañantes, designados unilateralmente a dedo por el régimen, salvo el representante del vaticano; también por la falta de agenda predeterminada y completa sobre los temas a tratar lo que nos ha llevado a conclusiones que no se ajustan a las exigencias de los venezolanos.

Esta apreciación es quizás fundamental y he allí la primera gran debilidad de los primeros resultados del proceso de diálogo. Los “negociadores” de ambas partes desconocieron las exigencias de los venezolanos y negociaron derechos adquiridos, dejando de lado los temas más importantes como la liberación inmediata de los presos políticos, el respeto a la Asamblea Nacional y el derecho de todos de votar y decidir nuestro destino como país. Mucho menos se trataron temas fundamentales como la utilización del TSJ como herramienta para destruir la institucionalidad y la reestructuración del TSJ para corregir el proceso de elección de magistrados express, absolutamente contrario a las normas.

Se incluyen sin embargo otros temas que no debían ser negociados ni siquiera mencionados. La elección de los nuevos rectores, el mal llamado “sabotaje económico” y el plan de paz que sabemos no es tal, sino otro argumento de dominación del régimen.

La negociación ha estado signada por un indeseable y peligroso hermetismo poco generador de confianza, un hermetismo calculado que siempre ha beneficiado al gobierno. No hubo medios públicos, pero si cercanos al régimen que en algún momento sacarán, como lo saben hacer siempre, fragmentos editados de las conversaciones llevadas allí a cabo, pero con una editorial que buscará sólo desalentar y dividir a la oposición.

Independientemente de su contenido, los “negociadores” descuidaron otro aspecto importante de una negociación. La redacción del Comunicado o acuerdo producto de las deliberaciones.

El Comunicado tiene deficiencias muy serias que debemos criticar para fortalecer la posición de la oposición e impedir que el régimen se imponga como lo pretende hacer, en base a artimañas e interpretaciones sesgadas siempre canallas. Términos, expresiones, frases, en fin, una redacción débil poco determinada excesivamente discrecional que permite al régimen, o de ejecutarse los acuerdos si es que ellos pueden ser precisados y si el régimen está decidido a respetarlos.

No será fácil para la MUD mostrar las bondades del diálogo más aún cuando el régimen muestra sus garras en todos los espacios para debilitar el proceso que nunca debió haber comenzado en esas condiciones. Los insultos y los incumplimientos en general del oficialismo se oyen a diario en los infaustos programas de dominación política que llevan los maduristas en las plantas y emisoras del estado.

Se ha generado una enorme desconfianza que afecta sin duda la unidad y el ánimo. Más aún cuando en lugar de rectificar, la MUD sigue concediendo espacios importantes que no podrían ni deberían negociar como la absurda desincorporación de los diputados de Amazonas, una decisión adoptada unilateralmente, sin ninguna contrapartida, mientras los presos siguen presos y no simplemente detenidos, la crisis humanitaria aumenta y los venezolanos siguen esperando poder ejercer libremente y sin coacción de ningún tipo su derecho a revocar al régimen de Nicolás Maduro.

Robert Carmona-Borjas