Me trans-formé en Mamá: La tragicomedia sobre las tablas

Me trans-formé en Mamá: La tragicomedia sobre las tablas

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Diego Kapeky no sólo ha brillado en los medios impresos, también lo ha hecho en el televisivo en espacios como; Bellas y Bestia junto a Vanessa Carmona, El Farandulero by Night y La Bomba. Siempre con su controversial y franco estilo, “El rey del tubazo farandulero”, ha logrado un excelente desempeño en esta polémica pieza, donde entre risas y llantos, confiesa grandes verdades, de personas que nacen en el cuerpo equivocado y buscan la felicidad y aceptación de formas diferentes, pero con el común denominador de exigir respeto y demostrar que tienen los mismos derechos de cualquier ciudadano, aunque para exigirlo y demostrarlo, se les haga muchas veces cuesta arriba…

¿Por qué asumir este personaje siendo un comunicador que goza de prestigio en el país?
La propuesta me llegó por parte de Rafael Milano, quien fue mi productor en la sección ¡Qué Escándalo! en “La Bomba” y del mismo director de la pieza, Daniel Alfonso Rojas, con quien ya he trabajado en otros montajes como “Una navidad de aquí”. Asumí el reto porque a mi edad siento que todo lo que llegue a mi vida es ganancia. Existen en el mundo millones de casos de personas que nacen en el cuerpo equivocado y asumir este personaje fue una bendición y lo hice desde mi más profundo respeto. Gracias a Dios el éxito fue muy grande y la receptividad del público en la pasada edición de MicroTeatro Venezuela, hizo que su director realizara esta versión larga, la cual estamos presentando ahora en la sala grande de Urban Cuplé.





¿Qué ha sido lo más difícil de asumir este reto?
Sinceramente los tacones-risas-Es increíble lo que me ha costado dominarlos, pero allí voy.

Nosotros estuvimos allí y esa “complicación con sus tacones”, nos resultó extremadamente chistosa, además de tener mucho sentido con la propuesta del director de la pieza y el performance que hace magistralmente Diego Kapeky, donde ahora no solo actúa, ríe y llora, si no que dobla dos temas de Lila Morillo, situación que hace aún más jocosa esta propuesta teatral.

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¿Por qué Lila Morillo?
Doblo dos temas emblemáticos de ella, pero no hago de Lila Morillo, eso es mucho pedir-carcajadas-Admiro profundamente a Lila y eso lo sabe todo el que me conoce. Cuando se montó esta versión larga y me dijeron que debía doblar unos temas, me dieron la oportunidad de elegir y escogí a Lila, aunque hay otras canciones en la obra y Kike Peñaranda tiene su performance distinto al mío y eso la hace aun más interesante, porque son dos propuestas diferentes de un mismo personaje, en una misma pieza.

Lo que encierra Me Trans-formé en Mamá”:
Un joven escritor que creció con la ausencia de la figura paterna, recibe la noticia de la supuesta agonía de su padre, quien regentaba un bar de ambiente en la capital. Al llegar al lugar, se encuentra con un mundo que sólo había visto en las redes sociales. Allí Salomé, una travesti madura que hace shows de humor, es la estrella del lugar y Consuelo, su “hija”, una transexual que se prostituye, es quien le aporta el toque sensual y divertido al antro.

El escritor no encuentra a su padre, ni haya las respuestas que necesita. Así que decide travestirse, para ganarse la confianza de Consuelo y conseguir información; pero ésta, sospechando quién es realmente el muchacho, se burla y logra deshacerse de él, para seguir con el plan que trazó con Salomé donde, aparentemente, enterrarán al difunto Roberto Gamboa, el padre que busca el escritor.

En la funeraria, cuando el escritor está a punto de irse, frustrado porque no supo nada de su padre, llegan Consuelo y Salomé. Esta última se hará pasar por la viuda de Gamboa, el difunto, alejándose de todo tipo de contacto con el muchacho, quien las reconoce y entiende que su padre estuvo relacionado con esas “mujeres”. Entre enredos, Consuelo le deja ver al escritor todo lo que conocía de su padre; él confiesa la falta que éste le hizo y la necesidad que tenía de cerrar ese capítulo de su vida. Al final nos damos cuenta que Salomé, ese hombre que inicia el proceso de transición y reasignación de género a sus 55 años, tiene mucho que ver con el padre del escritor.