I.TRAMPA. El gobierno y el PSUV saben perfectamente que ninguna maniobra, que ninguna negociación que se trate de articular tiene posibilidades de concreción social si antes no hay una recuperación del apoyo popular. ¿Y que hace el régimen para tratar de recuperar el apoyo popular periodo? No hace política. Hace propaganda. En los últimos dos años el gobierno ha inventado campañas como la guerra económica en lugar de atender los problemas graves de la economía. El balance es aterrador. Hasta los chavistas culpan al gobierno del desastre económico y social que vive el país. Lo más grave de todo es que la propaganda diseñada para alterar la realidad se ha convertido en la pieza de análisis político del PSUV. Se puede entender que los dirigentes del gobierno le mientan a su gente, pero no que se crean sus propias mentiras.
- DEFINICIONES. Una vez liberada la energía de rechazo y protesta popular del 1S el gobierno parece haber entrado en modo de pánico. En los días posteriores a la marcha la desesperación ha marcado las acciones erráticas del régimen. Cada una más disparatada que la otra. Por esto en el marco de la nueva visita de Rodríguez Zapatero a Venezuela, posiblemente la última, el gobierno lanza una nueva arremetida judicial y policial para tratar de forzar un acuerdo con la oposición. La MUD ha prometido que seguirá en la calle hasta que el gobierno defina la fecha para la recolección de las firmas lo cual presiona al régimen para que defina si hace el Revocatorio este o el próximo año. Decisión que no podrá seguir evadiendo por mucho tiempo.
III. SELECTIVOS. Desde Enero 2016 gobierno y oposición se han ofrecido mutuamente amenazas que no se concretan. Amagues y escaramuzas para mostrar los dientes, pero hasta ahí. Henry Ramos Allup presidente de la AN, por ejemplo, prometió por allá en Febrero que procederían a designar los nuevos magistrados del TSJ. Hasta ahora nada ha ocurrido más allá del nombramiento de la Comisión. Por su parte el gobierno en la voz de Nicolás Maduro prometió meter presos a los diputados de Amazonas si se juramentaban. Tampoco ocurrió. Lo que sí avanza es la presión de la MUD en la calle para exigir el Revocatorio y la consecuente represión selectiva del gobierno contra periodistas y políticos sin inmunidad parlamentaria. Gobierno y oposición se cuidan de acciones cuyas consecuencias podrían ser irreversibles.
- ESCENARIOS. En días pasados El profesor Luis Vicente León definió en este y otros medios tres posibles escenarios de desenlace a la actual crisis política: 1) Que no pase nada; 2) Que la oposición consolide lo que logró el 1S; y 3) Que la situación explote. Todos estos escenarios son factibles. Combinando la explosiva situación social y el dramático rechazo al gobierno de Maduro yo sugeriría un 4to escenario. El de la implosión. El derrumbe del régimen desde adentro como resultado de una situación caótica que el gobierno no logra controlar y el ablandamiento de grupos y operadores, civiles y militares, del régimen que comenzarían a cambiar de bando ante el inminente desplome del gobierno. El recrudecimiento de la represión es un signo concreto que el gobierno trata de ocultar su debilidad.
- TRANSICIÓN. La transición ya comenzó. No es fácil percibirla porque estamos metidos en ella. Pero comenzó en diciembre de 2015 con un resultado que le quitó al gobierno el control del parlamento. El régimen ha necesitado tiempo para digerir -¿tragar?- la nueva realidad política. Por eso el gobierno ha peleado cada milímetro que le ha tocado ceder y reconocer del Referéndum Revocatorio. Si el Referéndum ocurre en el 2017 posiblemente haya un cambio de presidente dentro del mismo chavismo, pero no un cambio de gobierno. Al menos esa es la apuesta del chavismo oficialista que daría la vida por gobernar unos meses más. Sin embargo, la transición seguirá su lento y tortuoso curso. Con cada elección arrebatándole más espacios y poder al gobierno. Serán meses de agonía para todos los venezolanos. Y también para el régimen que fenece.