Los niveles de alimentación de las familias venezolanas están a la mitad o menores que hace 17 años

Los niveles de alimentación de las familias venezolanas están a la mitad o menores que hace 17 años

Vicente Brito640

El presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, Vicente Brito, denunció este sábado la seria deficiencia que se experimenta en el país en materia de alimentación. Al respecto, sostuvo que los productos subsidiados y regulados apenas benefician a una mínima parte de los venezolanos y no mejoran significativamente el consumo de alimentos.

De la misma manera, Brito acotó que “el poder adquisitivo en 1998 era muy superior al actual y ubicaba la canasta básica de alimentos casi a la par del promedio de salarios de nuestros trabajadores en ese año”.





A contianución, el pronunciamiento completo:

Cuando comparamos los niveles de alimentación de las familias Venezolanas del recién concluido primer semestre del 2016 con los del año 1998, nos encontramos que es la mitad o menores del consumo promedio familiar de ese año, en el que concluye el gobierno de Rafael Caldera y se elige a Hugo Chávez.

Nuestros análisis están sustentados en los niveles de producción nacional de alimentos de 1998, cuando abastecían la casi totalidad del consumo nacional y las importaciones eran muy pocas, quizás la más importante era de soya, leche en polvo, sorgo para producción de alimentos para animales y otros elementos no considerados como esenciales. Lo podemos recordar en el gran surtido y variedades de precios observados en: bodegas, abastos, mercados populares y supermercados. Es conveniente mencionar que exportábamos muchos productos y surtíamos a parte de nuestros vecinos del Caribe.

El poder adquisitivo en 1998 era muy superior al actual y ubicaba la canasta básica de alimentos casi a la par del promedio de salarios de nuestros trabajadores en ese año. La inflación era de dos dígitos y teníamos pleno abastecimiento y los niveles de pobreza extrema no alcanzaban el 15%, que son las familias con ingresos mensuales igual o menor a un salario mínimo, las cuales estimamos que hoy se acercan a un tercio del total de las familias.

Para este recién concluido primer trimestre de 2016, nos encontramos que la capacidad de consumo de alimentos para dos terceras partes de las familias Venezolanas se compara con menos de la mitad del promedio de 1998, este análisis se sustenta en hacer la sumatoria de los niveles de producción nacional y de la cantidad de importaciones de alimentos realizadas tanto en el año 1998 como en este primer semestre del 2016.

Esto nos indica que estas familias las consideramos en pobreza y no solo están limitados por la pérdida del poder adquisitivo familiar, la que ubicamos en igual o menor a dos salarios mínimos, sino por los altos niveles de escasez, la cual oscila entre 65% y 80% en los alimentos de tradicional y mayor consumo para los venezolanos.

Nos permitimos concluir que de acuerdo a la cantidad de alimentos disponibles y que pueden ser adquiridos por estas familias, estimamos que lo que consumen les da para cubrir apenas una sola comida considerada completa al día y además de una a dos incompletas, de acuerdo a los niveles nutricionales considerados por las instituciones nacionales e internacionales, como necesarios para sostener nuestras actividades y estar saludables.

Apreciamos que el promedio nacional en este primer trimestre del 2016 del consumo de carne es menor de un kilo al mes, o sea unos 10 kilos promedio al año, lo cual nos ubica dentro de los 20 países con menor consumo en el MUNDO.

Otro alimento fundamental como lo es la leche oscila entre tres y cuatro litros mensuales ubicándonos también en los de menor adquisición. Afectando a los niños, jóvenes y ancianos por este ser un alimento muy nutricional y esencial para ellos. Es triste pero somos el país de menor consumo de leche en el continente.

Nuestro alimento fundamental que es la AREPA, de un promedio de tres o más diarias, ha disminuido a una o ninguna. Este alimento que es la base de nuestra dieta mantiene elevados niveles de escasez por la baja producción nacional de maíz y las limitadas importaciones realizadas.

En la otra tercera parte de las familias su consumo promedio es de la mitad de los alimentos adquiridos en el año 1998, y a pesar de tener mayores ingresos salariales que oscilan de tres salarios mínimos a mas en promedio mensual, su consumo está limitado por escasez y además de no ser beneficiarios de los programas de distribución pública de alimentos.

El gobierno sostiene que la solución para aumentar la capacidad de alimentación de los venezolanos está en su actual estrategia de distribución de las bolsas de alimentos; pero la misma cubre apenas una tercera parte de las familias y un 25% del consumo necesario al mes de alimentos por familia. Solo cuando las bolsas están dotadas de los 10 productos básicos de consumo familiar.

Todo esto nos indica que los productos subsidiados y regulados apenas van a beneficiar a una parte de los venezolanos y no mejoraran significativamente el consumo de alimentos; sino que apenas darán una solución parcial a los beneficiarios. Sosteniéndose en el tiempo los actuales niveles que vivimos de tener una alimentación deficitaria y precaria. Ya que no se prevén aumentos significativos de producción nacional o importaciones.