Entrega Especial: Mascotas padecen de hambre y olvido en medio de la severa crisis

Entrega Especial: Mascotas padecen de hambre y olvido en medio de la severa crisis

Foto: lapatilla.com
Tiendas pasan hasta tres meses sin gatarina en los anaqueles / Foto: lapatilla.com

Si las personas sufren altos niveles de escasez en alimentos y medicinas en Venezuela, seres más indefensos viven una cuenta regresiva. Lo que necesitan pocas veces llega a los anaqueles y cuando se consigue alcanza niveles elevados para el bolsillo.

Dueños de perros y gatos aseguran que deben hacer magia para alimentarlos y evitar consecuencias aún peores. Muchos animales dejan de comer por no tener el alimento ideal para ellos o comienzan a padecer males de salud, para los que tampoco se consiguen medicinas. “Si no hay para los humanos ¿Qué puedes esperar para los animales?”, expresa uno de los dueños.

En lapatilla.com unimos distintos testimonios de dueños de perros y gatos que han visto cómo enferman por la falta de perrarina y gatarina en el país. Rubro que un gobierno parecer haber dejado de lado.





Diarreas, obstrucción y problemas en la piel

“Los que tenemos pocas o muchas mascotas nos la estamos viendo negras. Con gatos es más complicado porque para perros sí se consigue aunque el costo es mayor y no es la misma calidad. Es bastante delicado porque los gatos no toleran bien otro tipo de alimentos. Darles perrarina está causando problemas de salud, daña hígados, riñones, provoca obstrucción urinaria y diarrea”, cuenta la rescatista independiente Thais Hurtado en Caracas, quien difunde su labor a través de Facebook.

Advierte a los dueños de mininos no servirles alimento para perros, “hay muchos gaticos que incluso están muriendo. La perrarina tiene una cantidad de componentes que los gaticos no asimilan bien. Es muy delicado”.

Por otra parte, Violeta Córdova ha acudido a varias marcas de alimentos luego que el veterinario le pidiera no seguir dando a su gata alimentos nacionales porque su metabolismo no los procesa. “Es difícil conseguir los importados, hasta diciembre les compré y ahora estoy con Friskies”. Añade que muchas veces complementa la alimentación con carne, pero es consciente del golpe al bolsillo.

La especulación es un factor que agrava la situación a juicio de las cuidadoras, relatan que revendedores la ofrecen detallada e incluso la mezclan con perrarina. “La gente la compra porque es lo que hay y los gaticos se enfermen. Es una total usura y la gente se lo lleva porque quiere mantener con vida a su gatico y no saben qué más darle”, afirma Thais.

Hurtado cuenta que los perros sufren las mismas consecuencias que los gatos: diarrea, obstrucción y otros problemas de salud. “Cuesta conseguir Pro Plan, estuvo desparecido un tiempo, volvió a aparecer y ya está escaso”, dice.

Otro grupo de animalitos sufren peores escenarios, “a los de la calle ya no los podemos ayudar con tanta frecuencia porque no tenemos con qué. Antes con 40 bolívares comprabas un kilo de perrarina, ahora necesitas 500 bolívares como mínimo para comprarles”, sentencia.

Mientras llega a los anaqueles

Erica Galbán vive en Maracaibo y sus cinco gatos han probado con tres marcas diferentes de gatarina: Gatsy, Cat Chow y Friskies. También es rescatista y ha ido adoptando a los pequeños con el paso del tiempo.

Agrega que al recurrir a la última marca pagaba 600 bolívares por la bolsa de tres kilos y aproximadamente 1.000 bolívares por la bolsa de 8 kilos, precios que cambiaron. “Nos quedamos con Friskies hasta que la escasez empezó entre noviembre y diciembre del año pasado. Empecé a comprarla detallada por aquí y por allá. Llegué a comprar un kilo por 2.000 bolívares para alimentar a mis gatos, más uno que otro rescatado”.

Añade que está alargando la gatarina lo más que puede y mientras los alimenta de otra manera, aún con dificultades. “Tampoco conseguimos arroz, el que se consigue a veces viene picado, con gorgojos, con gusanos. En el refugio Asodepa de Maracaibo hubo un colapso, se vinieron abajo casi 300 gatos por el cambio de alimento”, expresa respecto a la fundación en esa entidad que alberga animales en situación de calle hasta darlo en adopción.

Además de la escasez, a la marabina le preocupa la especulación de los bachaqueros con la poca mercancía disponible. “Le ponen mucho sobreprecio. La bolsa de Cat Chow puede marcar Bs 2.000 pero ellos la venden en Bs 3.000 porque te ven la necesidad”.

La fatal escasez

La falta de medicamentos y vacunas es otro agravante, y es que un país con escasez del  85% en medicinas para humanos, no se puede esperar mucho para los seres en cuatro patas. El porcentaje fue difundido este mes por la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven).

Juan Pérez adoptó a Pecas en marzo 2014, comía Purina Dog Chow para cachorros de raza pequeña, pero debido al continuo cambio de alimentos comenzó a padecer alergia cutánea con manchas rojas en el vientre cercanas a las patas traseras  y caída del pelaje. Por suerte consiguió Dermocan, recetado por el veterinario.

En julio 2015 fue llevada a colocarle refuerzo de vacunas y en el consultorio veterinario no disponían de la vacuna contra la giardiasis (enfermedad diarreica).

Otro caso, es el de Mary Altuve, quien casi sacrifica a Brandy, su Cocker Spaniel porque no conseguía el medicamento para su deficiencia cardíaca ni para sus convulsiones, llamados Enalapril y Fenobarbital. Cuenta que los ataques ocurrían más seguidos y comenzó a degenerarse el sistema nervioso. Además, debía disponer de un récipe para humanos porque las farmacias no los venden a los animales, la misma escasez los deja de últimos en la lista.

Empleó las redes sociales para apelar a la buena voluntad y lograron conseguir el Enalapril en Machiques, estado Zulia. “Le empezamos a hacer el nuevo tratamiento y gracias a Dios está mejor (…) el Fenobarbital nunca lo he encontrado, la veterinaria me dice que si lo consigo las convulsiones van a parar”.

Abandono de animales

“Hay muchos animales abandonados por la escasez, se ve afectada toda nuestra labor de recoger a los animalitos”, relata Erica desde Maracaibo y quien trabaja de la mano con la fundación Asociación para la Defensa y Protección de los Animales (Asodepa).

Por su parte, Thaís expresa que ha visto en las calles cómo perros dan vueltas y parecen perdidos. “A diario los abandonan. Los condenan a morir”. Coinciden en que el problema no es tanto de los productores, porque estos explican que no tienen la materia prima. “Ya no es culpa de la gente de Protinal sino del gobierno”, dicen.

“Desde hace dos años para acá se hizo un cambio en la conciencia de la gente en las adopciones, que el gato es tan cariñoso y amoroso como el perro, que puede convivir con las personas. Estábamos venciendo esa lucha de quienes los envenenaban y pateaban, entonces viene el problema de la escasez y la gente prefiere no adoptarlos porque creen que es más difícil. Tenemos que aferrarnos a la esperanza de la solución y que las cosas vayan cambiando poco a poco. Tratando de mantener a los animalitos con vida los más que se pueda, siempre hay otras soluciones”, concluye Erica.

Violeta Córdova asegura que los más afectados son los proteccionistas, al punto de no tener nada para darle a las camadas. “Vi cómo en Caracas vendían un solo kilo de gatarina en 4.500 bolívares, aunque la bolsa la conseguí en 3.248 bolívares. La estadística de abandono tiene mucho que ver con la falta de comida. Hay mucha gente que no puede, o come la persona o come el animalito”, finaliza.

Comida alternativa:

– Arroz con hígado o corazoncito de pollo, mezclarlo con zanahoria rallada, brócoli o auyama picada en cuadros muy pequeños dejarlo hervir y con la combinación preparar un paté. Mejor si es con sardinas.

– Asopado de arroz con zanahoria, auyama y sardina. Si no consigue arroz, puede usar pastina. En caso de no conseguir ninguno de los dos, puede recurrir al ñame o algún alimento que contenga almidón.

– La proteína es importante para los animales, especialmente los gatos, puede recurrir a las partes más económicas del pollo, como el carapacho. (OR/lapatilla.com)