Juan Guerrero: El mañana es hoy

Juan Guerrero: El mañana es hoy

juanguerreroQue la población de venezolanos decididos a votar el 6D esté sobrepasando, según varias encuestadoras, el 75% es sencillamente un acontecimiento inédito en nuestro país para unas elecciones parlamentarias.

Y así debería ser siempre. Esto es lo normal en una sociedad democráticamente estable. Más aún, esto indicaría que los ciudadanos dan mayor importancia a la vida parlamentaria y a sus representantes en la Asamblea Nacional, que a la de un presidente y su poder Ejecutivo. Pero si seguimos, todavía resultaría de singular importancia, más que elegir al propio presidente de la república, la elección de un alcalde, concejales, gobernadores y diputados a los consejos legislativos.

Porque es en estas instancias donde los ciudadanos encontramos las soluciones directas, tanto individuales como colectivas, a nuestras necesidades. Esto conlleva, indudablemente, al establecimiento definitivo de la descentralización del Estado.





Pero en la Venezuela populista y de caudillos del siglo XXI todavía, y creo que por un largo tiempo, seguiremos concentrando la idea de poder en la figura de un solo hombre; el presidente de la república. Por tanto, detrás de las elecciones parlamentarias venezolanas está el fantasma de la figura presidencial. De ganar el oficialismo se traduciría en una clara demostración de ratificación de su gestión. Por el contrario, de obtener las fuerzas opositoras la victoria, sería un acto de claro rechazo y desaprobación de la gestión presidencial.

Esto último, de ocurrir, complicaría aún más la ya delicada gestión de la administración del actual régimen y desembocaría en un inevitable camino, de parte de la mayoría opositora en la Asamblea Nacional, para activar los mecanismos legales que adelanten unas elecciones presidenciales en el mediano plazo (2016-2017).

Como indican las encuestas de las últimas dos semanas (-oscilan entre el 60-65% favorable a la oposición) la AN estaría bajo el control opositor, en el peor de los casos, con 84 vs 83 diputados.

Pero esto no es quizá lo más grave para el régimen. El drama que ya se está dando es la tormenta de pasiones desatadas a lo interno (implosión) del Psuv y los pesuvianos.

Comenzó hace varios años y se podía controlar, primero por el ala protectora de HCh, con su figura, su carisma, su autoritarismo y su alforja de fondos públicos. Pero él ahora ya no está ni tampoco hay finanzas para tapar bocas que se fueron a clamar en el desierto…o en EE.UU. y Europa.

Lo cierto es que el régimen la tiene bien difícil ahora cuando se entera, además, que el estamento militar, mayoritariamente institucionalista, no tiene interés en respaldar aventuras al margen de la constitución nacional.

¿Qué le queda entonces al régimen en las actuales circunstancias? Buscar atajos que permitan restar votos. Promocionar el miedo para aumentar la abstención, complicar el sistema electoral para lograr votos nulos, entre otras viejas e ineficaces argucias que no darán resultado.

Por el contrario, generarán mayor participación de los ciudadanos ante el rechazo de las cientos de penurias que ya vislumbran lo que se anunció: una tragedia humanitaria, por inseguridad, escasez de alimentos y ausencia de medicinas. Parece sencillo escribirlo pero detrás de estas tres urgencias hay seres humanos padeciendo, sufriendo y muriendo.

Pueda que el régimen, cambiando de mando quiera configurar una transición. Válido esto. Pero no puede confundirse transición con transacción cuando hay cientos de miles de muertos y otros cuantos cientos de ultrajados, detenidos injustamente, torturados, desaparecidos y asesinados, que tienen sus dolientes. Los principios, valores y la ética de millones de venezolanos honestos no son una mercancia para negociar.

Para los venezolanos no hay mañana. No existe la espera para después de reyes, carnaval o semana santa. La premura, la urgencia es la atención en este momento, ahora, YA, que detenga este desgaste, esta incertidumbre, el constante atropello y humillación a la dignidad humana, que hora tras hora desangra a la familia venezolana.

(*) camilodeasis@hotmail.com TW @camilodeasis