Bernard Horande: ¿Meterse ingenuamente en la boca del lobo?

Bernard Horande: ¿Meterse ingenuamente en la boca del lobo?

thumbnailbernardhorandeHe venido sosteniendo que quizá las elecciones no sean el único mecanismo necesario para que se produzca el cambio de este régimen perverso que gobierna a Venezuela por un gobierno democrático.

Pero también sostengo que sin elecciones la posibilidad de ver un cambio de conducción en el país se reduce a cero.

Por eso soy de los que apoya firmemente la necesidad de ir a votar en las próximas elecciones parlamentarias de este año 2015. Siempre lo he hecho, pero la diferencia es que esta vez tenemos una oportunidad de oro. Cualquier escenario de abstención de parte del voto opositor sólo garantizará que la pandilla de malandros que hoy gobierna en Venezuela continúe.





Sin embargo, la tarea no está hecha. Es necesario dar una pelea para que la oposición cuente con las condiciones más equilibradas posibles en estas elecciones. Demasiada trampa y abusos hemos experimentado en los últimos procesos electorales. El CNE está llamado a dar una muestra mínima de sensatez política.

Bajo el nombre de “Garantías Electorales”, la ONG Ciudadanía Activa ha publicado una lista muy interesante de exigencias al CNE.

Son 20 Garantías Electorales que se presentan, pero resaltaré las siguientes seis:

1. Regreso de la Observación Internacional calificada (OEA, ONU y Unión Europea). Indispensable.

2. Prohibición de cadenas durante la campaña electoral. Incluye prohibición de cadenas de pre-campaña 3 meses antes del inicio de la Campaña electoral oficial.

3. Aumento de la publicidad electoral de lo estipulado en el actual reglamento del CNE. Venezuela vive un “blackout” informativo que limita la libertad de expresión e información. Todo esto ha creado una hegemonía comunicacional gubernamental, ilegal y ventajista. El sistema de medios públicos ya no es del Estado, sino que ha sido privatizado por el partido de gobierno PSUV.

4. Acceso equitativo a los medios públicos de candidatos no oficialistas. De acuerdo a lo previsto en el artículo 68 de la Ley contra la Corrupción, la privatización del sistema de medios públicos a favor del partido del gobierno es un delito de corrupción.

5. Buscar una alternativa a la Fuerza Armada Nacional como custodio de las elecciones. Ya tenemos experiencia de sobra de cómo actúa la FANB en beneficio del oficialismo. Esto no puede continuar.

6. Impedir el “voto puyao”. Es quizá es uno de los aspectos más evidentes de la trampa continuada. El sistema electoral venezolano presenta una vulnerabilidad técnica que permite a delincuentes electorales usurpar la identidad de electores y votar por ellos. Todo el sistema de captahuellas se utiliza para intimidar al elector y para hacerle creer que el voto no es secreto. Las captahuellas no impiden que un delincuente electoral vote varias veces y no evita, por ejemplo, que un grupo de miembros de mesas que sean del mismo partido político, sin supervisión alguna, puedan ponerse de acuerdo para meter votos a la máquina. Y “eso” se logra activando la máquina y apretando la tecla que introduce los votos. Todo esto lo puede hacer un solo dedo de un delincuente electoral.

(El resto de las Garantías Electorales puede ser ubicado en https://ciudadaniaactivavzla.wordpress.com).

Adicionalmente a estos puntos, el CNE intenta modificar el número de diputados que se eligen en algunas circunscripciones electorales, quitándoles diputados a zonas de votación opositora y adjudicándolos a zonas de votación oficialista, lo cual favorecería descaradamente al PSUV.

La trampa es tan evidente que, por ejemplo, un Municipio como Baruta, claramente opositor, de una población según el INE en Junio 2015 de 358.221 habitantes, bajaría a una población de 254.838 en Diciembre del mismo año (según el CNE), para luego, 6 meses después, en Junio 2016, sorpresivamente subir de nuevo a 362.371 habitantes…

¡Mayor sinvergüenzura imposible!

Los ciudadanos no podemos dejar solamente en manos de los partidos políticos, las ONGs o la MUD este tema.

No podemos ir a meternos ingenuamente en la boca del lobo. Cada uno de nosotros como ciudadano debe por todos los medios a su alcance exigir al CNE las mejores condiciones posibles para estas elecciones. Es nuestro derecho.

Quien no alce su voz ahora, después que no se queje.