Como piezas de un rompecabezas que de a poco se van acomodando, en las últimas horas la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman empezó a sumar elementos que ponen en duda la hipótesis del suicidio, sostenida por el Gobierno.
Paralelamente, se confirmaron las sospechas que existieron sobre la actuación, en los primeros momentos luego del disparo que terminó con la vida del fiscal, de los policías destinados a custodiar a Nisman, que había denunciado a la Presidenta por el supuesto encubrimiento de los acusados iraníes de la voladura de la AMIA, en 1994.
Ayer, el Ministerio de Seguridad decidió sumariarlos por demorar más de ocho horas en dar aviso a sus superiores sobre lo que ocurría con su protegido.
Durante la tarde y a última hora, además, se realizaron allanamientos en un edificio de Olivos.
Las misteriosas pistas que ayer ingresaron al expediente judicial son una huella digital encontrada en un pasadizo secreto que permite acceder al departamento del fiscal por una entrada de mantenimiento, una pisada y el testimonio de un cerrajero que afirmó que la puerta de servicio de la vivienda del fiscal estaba cerrada, pero sin que le hubieran dado siquiera una vuelta de llave.
Estos elementos fueron recogidos por la fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación, pues se trata por ahora de una muerte NN, de autores desconocidos. Apenas haya un sospechoso, el caso pasará a la jueza Fabiana Palmaghini.
Quien está mas cerca de una imputación por ahora es Diego Lagomarsino, un empleado de la fiscalía de Nisman, que le acercó la pistola Bersa calibre 22 que provocó la muerte del fiscal. Lagomarsino está protegido por 15 hombres de la Policía Federal en un hotel, para evitar que algo le ocurra.
La jueza, que anteayer regresó de sus vacaciones para intervenir en el caso, siguió de cerca el asunto. La magistrada -recibida ayer por el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y apoyada por la Asocaciación de Magistrados por los críticos mensajes que recibió de blogueros kirchneristas- es la única que puede ordenar allanamientos, detenciones o escuchas telefónicas.
La fiscal Fein le tomó declaración ayer a la ex esposa del fiscal Nisman, Sandra Arroyo Salgado, que le reiteró su idea de que Nisman no se pudo haber quitado la vida. No trascendieron otros detalles de su declaración. Pero sí su intención de constituirse como querellante en representación de sus hijas, y la idea de que colocar un perito de parte para que se realice una nueva autopsia.
La primera conclusión de la anterior autopsia era que la muerte se había producido por un disparo supuestamente sin intervención de terceros. Pero Arroyo Salgado no está conforme con esa explicación.
La primera sorpresa del día en el expediente fue la declaración del cerrajero que llegó al departamento de la torre Boulevard del complejo de edificios Le Parc, de Puerto Madero. Walter llegó a la fiscalía con la camisa abierta, mostrando el pecho y en ropa de trabajo. Bastaron pocas palabras para confirmar la importancia de lo que tenía para decir. Relató que su trabajo duró apenas “dos o tres minutos”, ya que la puerta de servicio, por donde ingresaron la madre del fiscal, Sara Garfunkel, y los custodios, estaba con la llave colocada del lado de adentro, pero abierta, sin una vuelta de llave.
“La puerta estaba abierta. Con un alambrecito levanté la llave puesta en la cerradura [de adentro], la empuje, le pedí la llave a la madre y abrí la puerta”, explicó el cerrajero, que habitualmente trabaja en el edificio. Lo llamaron a las 22.03 y llegó a la torre en taxi a las 22.30.
El fiscal federal Carlos Stornelli declaró ayer como otro testigo del caso porque fue de los últimos que hablaron con Nisman antes de su muerte. “Mi percepción es que estaba asustado, no me lo dijo”, sostuvo Stornelli, y como experto declaró: “Todos sabemos que se puede simular un suicidio”. El fiscal le ofreció a Nisman el viernes pasado -como contó LA NACION ayer- poner a resguardo documentos si es que Nisman lo necesitaba dado lo delicado de su denuncia contra la Presidenta. Nisman aceptó y acordaron en verse, pero no hubo ocasión.
Compareció ante la fiscal también el médico de la prepaga Swiss Medical que llegó convocado por la madre del fiscal, pero se negó a revisar el cuerpo cuando vio que estaba en un charco de sangre, por lo que sugirió dar intervención a la policía. El presidente de Swiss Medical Group, Claudio Belocopitt, informó que su empresa recibió un llamado a las 22.44, de la madre de Nisman, y “tenía la convicción de que estaba fallecido”. La empresa se comunicó con el 911 y la ambulancia llegó a las 22.58. El médico de la ambulancia se asomó al baño, advirtió que estaba muerto, vio el arma y no tocó nada. Belocopitt dijo que presentaron las grabaciones de las comunicaciones mantenidas con la empresa.
Pero las revelaciones más asombrosas, que abrieron un abanico de especulaciones, las hizo el intendente de las torres. Explicó que, además de la puerta de entrada principal al departamento 2 del piso 13 y de la de servicio, hay un tercer acceso sobre el que hasta ahora no se sabía. Se trata de una pequeña puerta mediante la cual se accede al inmueble a través de un estrecho pasadizo donde están ubicados los equipos de aire acondicionado. Es un pasillo técnico, en el que se ubican cables y conductos de electricidad y refrigeración.
La puerta está habitualmente cerrada y conecta los comedores diarios del departamento de Nisman con el de un vecino del mismo piso donde, según las primeras informaciones, habita un extranjero que alquila y al parecer no estaba en el lugar.
En la angosta pasarela donde se ubican los equipos de aire acondicionado y donde trabajan los técnicos de refrigeración para repararlos se encontró una huella de pisada y otra digital, en la baranda metálica que da el exterior.
Expertos en criminalística de la Policía Metropolitana levantaron esa huella y ahora se intenta determinar a quién pertence.
Advertencia a los vecinos
Después de que vecinos del fiscal Alberto Nisman dieron a conocer fotografías de la torre Le Parc donde fue hallado muerto, la administración a cargo del edificio de Puerto Madero advirtió a los vecinos y empleados para que no difundan material fotográfico o planos de construcción. En un comunicado, la administración se dirigió a los “propietarios, residentes y personal” del consorcio Le Parc Puerto Madero “al haber verificado” en distintos medios la difusión de planos del edificio y fotografías de espacios internos. Según explicaron, esa situación “pone en riesgo la seguridad y privacidad de los habitantes del edificio”. En caso contrario, advirtieron, se tomarán medidas legales.
Fuerte llamado de ADEPA
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) llamó a llegar rápidamente a la verdad. “Desde la recuperación de la democracia, nunca habíamos vivido una situación institucional como la de estos días. El vicepresidente, procesado en dos casos, y la Presidenta, denunciada por encubrimiento en la causa AMIA, por un fiscal que es hallado muerto pocas horas antes de su presentación en el Congreso. Siempre es necesario hallar la verdad. Pero pocas veces, en nuestros poco más de 30 años de democracia, ha resultado tan imperioso llegar a ella cuanto antes”, dice su comunicado