Marinos de Anzoátegui y Cocodrilos de Caracas comenzarán este viernes la final de la LPB en Puerto La Cruz (Gimnasio Luis Ramos). Aquí te presentamos algunas claves que deben tener en cuenta cada equipo para lograr el campeonato.
Marinos de Anzoátegui:
Rotación: Uno de los fuertes del Acorazado Oriental ha sido el uso de una amplia rotación. Cualquier pieza cuenta con la confianza del cuerpo técnico para consumir minutos. Marinos debería tener una rotación mucho más grande que la de Cocodrilos, lo que permitirá tener a sus jugadores más descansados para los cierres de los juegos.
Juego rápido: La principal forma de jugar para Marinos debe ser los ataques rápidos, dejando poco respiro a su rival, quienes llegan más casados a esta instancia. Los navales deben evitar el juego errático al tratar de buscar la rapidez. Si Cocodrilos cae en este juego, Marinos la tendrá fácil.
Pintura: Los importados Robert Battle o Dan Gadzuric junto al criollo Axiers Sucre y Miguel Marriaga deben sacar provecho del pívot de Cocodrilos Kris Lang, quien ha tenido bastante desgaste físico y es el jugador fundamental de Cocodrilos en el juego interno. WindY Graterol y Néstor Colmenares deberán aportar cuando “El Cocodrilo Blanco” salga de la cancha.
Cocodrilos de Caracas:
Concentración: Los saurios perdieron varios juegos en los cierres de los partidos. El quinteto de Caracas se complicó en temporada regular y en la postemporada al final de varios encuentros a pesar de tener buenas ventajas.
Manejo de balón: Con la pérdida de Jesús Centeno por lesión, Caracas pierde a su mejor conductor de partido. Los encargados de tapar la baja de Centeno deben saber manejar los tiempos en los momentos de precisión, darle pausa al equipo y hacer que la pelota corra entre los atacantes. Carl Elliot tuvo varias fallas a la hora de tomar pausa en el ataque.
Mitad de Cancha: Los Saurios deben apostar a un juego con bastante rotación de pelota. Mientras Marinos vaya a la rapidez, Caracas debe buscar la pausa y hacer un uso más completo del reloj de 24.