“La violencia y la polarización persisten en el continente americano”, afirma la organización Reporteros sin Fronteras (RSF) en su informe anual sobre la clasificación mundial de los países que respetan la libertad de la prensa.
María Carmona/AFP
RSF, organización con sede en París, sitúa en cabeza de los países más respetuosos de la libertad de informar a Finlandia, Holanda y Noruega. Los que menos la respetan son Eritrea, Corea del Norte y Turkmenistán.
Cuba figura en la lista de los diez países en los que se respeta menos la libertad de prensa, según la ONG.
Costa Rica (número 18 en la lista) y Uruguay (27º) encabezan en América Latina los Estados en los que la libertad de prensa es más respetada.
Para su clasificación, que incluye 179 países, RSF se basa en seis criterios: pluralismo, independencia de los medios de información, entorno y autocensura, marco legal, transparencia e infraestructuras de información.
En el continente americano, la organización da cuenta de “violencia y polarización” persistentes, de “avances engañosos”, así como “sobresaltos variables en el sur”.
“El surgimiento de movimientos de protesta de envergadura -y su represión- había modificado de forma considerable la posición de ciertos países en 2011. El reflujo de estos movimientos cambia lógicamente la situación un año más tarde”, estima RSF.
En Chile, 60º país en la lista (+20), RSF señala que hay que “relativizar” su ascenso, dado “los graves desequilibrios en su espacio de comunicación, la criminalización de los medios de comunicación comunitarios -en particular en territorio Mapuche- y las dificultades que enfrentan los periodistas que investigan sobre la dictadura”.
Respecto a Brasil (108º), donde cinco periodistas fueron asesinados en 2012, el informe señala “fuertes desequilibrios”. “Muy dependientes de los gobiernos estatales, los medios de comunicación regionales son los que corren más riesgo de padecer ataques, agresiones a su personal, así como órdenes de censura judicial, que también afectan la blogósfera”.
En Paraguay (91º), “el golpe parlamentario” que derrocó al presidente Fernando Lugo, “no tardó en producir sus efectos en materia de comunicación e información” con una “verdadera purga de personal en los medios de comunicación públicos”, afirma RSF.
La organización denuncia agresiones a la prensa en Perú (105º), Bolivia (109º) y Ecuador (119º), donde se señala un clima de tensión entre el gobierno y la prensa privada y que se sitúa en la lista detrás de Venezuela (117º).
“Aunque su dimensión es menos dramática, la polarización se ha vuelto preocupante en Argentina” (54º), estima RSF, dando cuenta de “una situación generalizada de enfrentamientos crecientes entre el gobierno y ciertos sectores de la prensa privada”.
En Centroamérica, “falta de pluralismo, constantes tensiones con el poder político, presiones y autocensura” persisten en Panamá (111º) Guatemala (95º) y Nicaragua (78º). Por el contrario, en El Salvador (38º), RSF da cuenta de “esfuerzos gubernamentales en la lucha contra la inseguridad, incluso si periodistas y medios de comunicación denuncian a menudo la falta de acceso a la información de las instituciones”.
La organización registra asimismo “una disminución global de la violencia contra los periodistas y de procesos perjudiciales para la libertad de informar” en República Dominicana.
En Honduras (127º), donde dos periodistas fueron asesinados, persiste “el statu quo provocado por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009” y “no ha disminuido la persecución de los medios de comunicación de oposición” ni “la criminalización de los defensores de los derechos humanos o de los movimientos sociales, proveedores de información sobre cuestiones” sociales.
En Colombia (129º) sigue existiendo “el narco-paramilitarismo, verdadero predador para aquellos que trabajan al servicio de la información”.
Finalmente, México (153º), donde seis periodistas fueron asesinados, “conserva su puesto de país más peligroso del continente para el gremio” y “la violencia y la censura” acompañaron las elecciones del año pasado, señala RSF.